Cartas al director

Faustino Míguez y el Día de la Mujer

El día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, celebra la Iglesia Católica también la festividad de san Faustino Míguez (1831-1925). Este ourensano, nacido en Xamirás, aldea del ayuntamiento de Celanova, fue uno de los mayores defensores de los derechos de la mujer. El 2 de enero de 1885 fundó, con un grupo de maestras, el Instituto de las Hijas de la Divina Pastora, impresionado por el abandono y la ignorancia en que vivía la mujer.

Faustino vio, tocó y experimentó la marginación en la que vivía la mujer española del siglo XIX, pocos años después de que Don Bosco viese, tocase y experimentase la marginación en que vivía la juventud de Turín. Juan Bosco funda la congregación salesiana para atender sobre todo a la juventud. Faustino Míguez funda el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora para atender sobre todo a la mujer.

Hoy Faustino Míguez sigue vivo en Ourense, en el colegio Santo Ángel del barrio de O Couto y en la residencia que abrazan las calles Santo Domingo y Cardenal Quiroga. Hoy Faustino Míguez sigue vivo en España, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Nicaragua, Ecuador, Guinea Ecuatorial, Camerún e India, donde su familia religiosa educa a la mujer, “hermanando la gravedad de una maestra con la dulzura de una madre”. La calasancia Madre Marta López nos escribe desde Argentina: “Nosotras somos una semilla del Reino que abraza la fragilidad y, como el buen samaritano, nos detenemos para curar heridas”.

La familia calasancia de Ourense es una semilla del Reino, porque ha confiado en el carisma de san Faustino Míguez: Florece como árbol que da fruto plantado a la vera del Miño. Esto lo sabe muy bien madre Manuela Parada, superiora de la residencia y el colegio. La familia calasancia de Ourense, “cual mujer fuerte, sirve, consuela, da fuerzas y guarda para sí sus penas; viste el dolor de plegaria; y la soledad, de esperanza…”.

Amigas y amigos, el Día Internacional de la Mujer, con el papa Francisco decimos: “La voz femenina en la Iglesia es necesaria para consolar, curar y serenar a tantas personas del Pueblo de Dios”. Desde hoy, cada día es el día internacional de la mujer, como quería el ourensano Faustino Míguez. Con él, cantamos: ¡Felicidades, amigas! Y exclamamos: ¡Felicidades, familia calasancia, amiga!