Hoy me quedo con ciertas palabras. Primero debemos leerlas: “La intención es acercarnos a los ciudadanos, conocer sus problemas y colaborar en poner soluciones desde la experiencia…” Suena bien. Pero te pregunto: ¿Las llevas a cabo diariamente? No me lo creo inspector, porque cuando se pide algo, se obtiene la respuesta: “demasiado trabajo”, “complicado ahora”. Te doy la excusa idónea para cuando vuelva a preguntarte y hubiese una tercera, cuarta vez… Espero no enojarlo.
Pero la cosa quedaría así con una poca de ironía: “La intención es acercarnos a los ciudadanos cuando se pueda, no vaya a ser que al estar cerca de ellos acabemos pillando urticaria o las famosas chinches de hotel, conocer lo que nos interesa, hasta el punto de quedar bien y que digan que somos hombres de acción, colaborar poniendo distancia desde el punto de la experiencia, no vaya a ser que salgamos calcinados, con soplete en mano cuando las cosas se pongan feas”. ¿Suena mejor hombre de acción? Seguro que me he ganado cierta simpatía.
A algunos nos toca salir con escafandra a la batalla, sin saber que será lo que pasará. Pueden llover pedradas, insultos… etc. Pero ha tocado ser valiente, perder el miedo y enfrentarse a lo que no vienen en el libro de maestro. Seré Robin Hood o tendré ideas de bombero-torero. Pero tengo claro que la sociedad puede cambiar, si nos ayudamos cuando pedimos esas pequeñas charlas para reconducir a nuestros jóvenes por el buen camino. Ahora te pregunto hombre de acción: ¿Tienes tiempo para esa charla?
