Cartas al director

Begoña ¿asunto de Estado?

Hace unos días vimos cómo el presidente argentino acusó a Begoña Gómez de ser una corrupta.

Ustedes, como yo, no estuvimos allí para comprobar las acusaciones contra la señora de Sánchez, pero es cierto que hay muchos indicios. Yo en esta carta no voy a halar sobre si es o no es una corrupta, lo que voy a hacer es una reflexión sobre que se eleve a la mujer del presidente del Gobierno a la categoría de asunto de Estado.

En el momento en que Milei hizo estas acusaciones, en Moncloa saltaron las alarmas y empezó el nerviosismo. Parece ser que a Pedro I el Mentiroso le irrita enormemente que carguen contra su mujer, recordemos que él es un hombre profundamente enamorado.

Para empezar, un presidente sabe y debe asumir que van a cargar contra su familia, sobre todo si esta da motivos para ello. Y si no le gusta esta situación tiene dos opciones: o se aguanta, o se marcha.

Pero Sánchez, en su inmensa arrogancia, ha decidido que mientras él sea presidente no va a tolerar comentarios de esta índole y su decisión ha sido la locura de, por primera vez en la historia, retirar a la embajadora de España en Argentina. ¿Pero esto cuándo se ha visto? Ninguna mujer de un presidente, desde Amparo Illana hasta Elvira Fernández, ha sido nunca motivo de conflictos diplomáticos. Y ahora este Gobierno considera que las descalificaciones contra Gómez son asunto de Estado, y que por ello deben romper relaciones con Argentina. Milei, siendo mucho más razonable que Sánchez, no ha imitado el gesto y ha decidido mantener a su embajador.

Ahora ya solo nos queda ver cómo evoluciona la crisis diplomática que nuestro incompetente Gobierno acaba de crear.