Cartas al director

80 no es un buen número

Amigo y apreciado alcalde: ochenta no es un buen número. Moisés tenía 80 años cuando fue a hablar con el faraón Ramsés II para pedirle que le dejara junto con su pueblo celebrar una fiesta en el desierto, y así acabó el envite; además, 80 es la edad máxima para votar si eres cardenal y toca elegir papa; además, Julio Verne, que gustaba de utilizar la ficción, publicó “La vuelta al mundo en 80 días”. En una palabra, no es un buen número para hacer propuestas descabelladas.

La idea de hacer un rascacielos de 80 pisos en Ourense es, como mínimo, tan desacertada como pedirles favores a un “faraón” y votar con 80 años para elegir papa, si bien es acertada para mezclar técnica y ficción que, al parecer, es lo que nos ocupa. Por otra parte, el turismo del año 2020 no se desplazará ni generará riqueza por ver un “rañaceos” de 80 pisos, sin embargo sí se desplazaría y crearía mucho beneficio visitando una ciudad verdaderamente termal.

El hecho verdaderamente diferencial de la ciudad de la que eres alcalde con respecto a las demás ciudades de toda España es la posibilidad de disponer/ofrecer un destino termal de calidad; no de tener un rascacielos de 80 pisos. En un año o dos, un madrileño se desplazará en el AVE desde su ciudad a Ourense en dos horas y media; aún estamos a tiempo Jácome.

Necesitamos una oferta termal de calidad. Baden-Baden, Budapest, Karlovy-Vary, Laguna Azul y unas cuantas más son ciudades que han sabido explotar adecuadamente sus aguas termales y se han desarrollado y generado una gran riqueza en su entorno.

No es de recibo que en cualquiera de las “supuestas” termas públicas/gratis de las que podemos disfrutar (?) en nuestra ciudad, sea cual sea, Muiño da Veiga, Outariz, Burga de Canedo, etc., suframos a un niño buceando con aletas, a una familia comiendo una tortilla en el banco de al lado, a dos señores nadando tipo rana o vayamos a un vestuario en donde la gente hace sus necesidades en el pavimento del interior y en las taquillas no se pueda dejar ni unas chanclas porque no hay sistema de cierre.

Sr. Jácome, usted conoce las termas; sabe de los problemas existentes. Por favor, ya que le hemos elegido como alcalde, tome las medidas necesarias y pertinentes para que nuestras termas , convertidas hoy en piscinas climatizadas, sean espacios en que las personas adultas (no están pensadas para niños) se relajen y disfruten de la tranquilidad y el silencio en unas aguas de temperaturas agradables y de características minero medicinales relevantes.

Por el costo del proyecto , la excavación y los cimientos del rascacielos de 80 pisos podrá usted tener unas termas magníficas y podremos presumir de una ciudad termal a la altura de las mencionadas. Cierto es que las cantidades que se pierden en el camino son bien diferentes. No escuche “cantos de sirena" enemigos. Moisés, los cardenales y Julio Verne se lo agradecerán.