Cartas al director

Las fiestas de los pueblos

Es una lástima que se hayan tenido que suspender festejos tan tradicionales como las Fallas de Valencia, la Semana Santa de Sevilla, el Rocío de Huelva, la Feria Taurina de San Isidro en Madrid, los Sanfermines de Pamplona o la Semana Grande de San Sebastián, como tantas otras fiestas patronales a lo largo y ancho del país. Se trata, sin duda, de una pérdida económica y de emociones irreparable. 

Desde que se decretó el estado de alarma, a mediados de marzo, se ha producido una paralización de la vida social y laboral que ha afectado a toda la población española. Parece que, por fin, se ha decretado su última prórroga y a partir del 21 de junio podremos movernos libremente y empezaremos a retomar la normalidad. Sin embargo habrá que esperar todavía varios meses hasta que nos recuperemos del tremendo varapalo que ha supuesto.

Hay muchos pequeños municipios de menos de mil habitantes, más de 5.000 en toda España, que no van a poder celebrar sus fiestas patronales como consecuencia de las medidas de seguridad adoptadas para frenar la escalada de contagios. Se trata de pueblos minúsculos en los que la fiesta patronal es la única diversión que los vecinos pueden disfrutar conjuntamente a lo largo del año. 

Nunca olvidaré las de mi pueblo de adopción, Cubas de La Sabra, en la provincia de Madrid, un pequeño municipio que ahora alberga, por la proximidad a la capital, en torno a 6.000 habitantes, pero que cuando yo era un crío no pasaba de 500. Por no tener no tenía ni farmacia, pero sí una fenomenal iglesia del siglo XVII en la que se alojaba el Cristo de la Esperanza, que salía en procesión en las fiestas patronales que se celebraban el segundo fin de semana de septiembre y que todos esperábamos ansiosos por lo que significaba de alegría y diversión. 

Hay todavía en España mucho núcleos rurales de estas características que se deberían contemplar de manera excepcional para que sus vecinos puedan disfrutar conjuntamente de las fiestas de su pueblo, que, para muchos, son, sin duda, lo mejor del año.