Cartas al director

Madrid de mis amores

Y de mis entretelas, cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer. 

Como me ocurre ahora que veo a mi Madrid metido en una reyerta de tres al cuarto, que le dan a uno ganas de echar tres cuartos al pregonero por un quítame allá esas pajas, que no ven más que la paja en el ojo ajeno, ajenos al sentir de los madrileños que vemos lo que vemos y seguimos al pie del cañón.

Porque no corre más el que vuela sobre un velero bergantín y aquel pirata que llaman por su bravura el temido, de todos ya conocido, que se os ve el plumero, a algunos más que a otros. 

Que Madrid es mi tesoro, mi ley la fuerza y el viento, mi única patria la libertad para decir que os creéis muy listos, que Madrid de mi amores y de mis entretelas es mucho Madrid y no miro a nadie que mal de muchos consuelo de tontos, que os creéis muy listos, unos más que otros, anda que, vais apañaos. 

Madrid, de mis amores, que nadie sepa mi sufrir.