No nos engañemos. A pesar de la euforia de la prensa internacional, del alza generalizada de las principales bolsas mundiales, de los valores de cotización de los grandes laboratorios y de la multinacionales de diversos sectores, la realidad, a nivel sanitario, es que aún queda por dar el paso más importante, que es el de la confirmación del positivo resultado de todos los test, imprescindible para que se se pueda aplicar con todas las garantías y sin ningún efecto secundario.
Sin duda será una gran noticia el día que se demuestre al 100% la eficacia de alguna vacuna; pero mientras tanto hay que tomar este nuevo avance con pinzas y con la debida cautela porque no es la primera vez que se anuncia a bombo y platillo, también con subidas generalizadas de bolsas y de valores, ya sabemos lo que ocurrió después y el jarro de agua fría que supuso para todos.
En definitiva, que será bienvenida la vacuna, venga cuando venga, pero mientras tanto, no nos engañemos, que los primeros y únicos beneficiados, hasta que se confirme su eficacia, serán, siempre, los que tienen la sartén por el mango, y el mango también, como decía la canción.
