Cartas al director

¿Qué harías tú?

“Errare humanum est, perseverare autem diabolicum”: “Errar es humano, perseverar es diabólico”. El error acompaña al ser humano como la sombra al cuerpo. “Los que no quieran ser vencidos por la verdad, terminarán siendo vencidos por el error”.

Platón, en “El mito de la caverna”, habla sobre unos hombres (sociedad) que permanecen encadenados en las profundidades de una caverna, siempre mirando a una de las paredes, y sin la capacidad de poder mirar hacia atrás para entender cuál es el origen de esas cadenas. Entre los encadenados y una hoguera que ilumina un poco la zona, hay un muro (obstáculos y discriminación). Entre el muro y la hoguera otros hombres (poder) llevan objetos que sobresalen por encima del muro, de manera que su sombra (engaños) es proyectada sobre la pared que están contemplando los hombres encadenados. Esta ficción proyectada por la luz de la hoguera los distrae de la realidad. Si uno de los hombres se liberase de las cadenas y pudiese mirar hacia atrás y salir de la caverna, la luz del sol (Idea del Bien y la justicia social) le molestaría (incomodidad), y querría volver a la zona oscura.El acto de liberarse de las cadenas serían los actos de una rebeldía individual y personal - no es fácil rebelarse, ya que el resto de la sociedad va en sentido contrario -.

Quienes alcanzan el conocimiento de la Idea del Bien podrán dirigir su vida en lo privado, la virtud, y en lo público, el gobierno de la Diputación. Pero, más ridículo es el ignorante que emprende el camino hacia la luz del sol que el sabio que se atreve a volver a la caverna. ¿O piensas acaso que los mayores delitos y la más extrema maldad provienen de una naturaleza mediocre, y no de una vigorosa que ha sido corrompida, y que la naturaleza débil es causa de grandes males? Así, puede comprobarse que los malvados son ciertamente tan inteligentes como los buenos.