Cartas al director

Cambiarlo todo para que todo siga igual

Esta semana he podido revivir, por un lado, la ilusión de los años 80 y 90 en los que muchos ourensanos nos sentíamos orgullosos de contar con la única estación de esquí de Galicia, pero, por otro lado, el “zarpazo” que nos hace volver a la realidad de los últimos casi ya 25 años. Y es que si bien las personas que amamos y disfrutamos de la maravillosa montaña ourensana, entre las que se encuentra el Macizo de Manzaneda, no somos los culpables de los efectos que el cambio climático tiene sobre “nuestra” estación de esquí, sí lo somos de permitir que nos continúen engañando. Y aquí quiero exponer los motivos.

La estación de montaña de Manzaneda es patrimonio de los ourensanos desde hace ya 50 años. En ella intentan disfrutar de la nieve, además de la población provincial, nuestros vecinos del resto de Galicia y del norte de Portugal, principalmente. La falta de nieve durante el último cuarto de siglo es una evidencia tanto científica como una percepción social evidente, pero nunca puede ser excusa para negarle a ese maravilloso territorio sus posibilidades de desarrollo. Todo lo que se haga en este complejo turístico-deportivo de montaña afecta a la población que vive en su entorno y ya es hora de que tanto el Gobierno gallego como el provincial se tomen en serio los efectos perjudiciales de su desidia y abandono. 

Es una vergüenza el uso que se le está dando a este recurso de desarrollo socioeconómico en la montaña ourensana y creo que llegó el momento de pedir responsabilidades claras. A mí se me caería la cara de vergüenza, si fuera político, al hablar de la lucha contra la despoblación, del reto demográfico o simplemente de tener como objetivo ayudar al desarrollo del medio rural ourensano.

Todo es mentira. Las excusas técnicas para justificar el fracaso anunciado de la innivación artificial cuando hay condiciones óptimas o las del funcionamiento de los remontes y telesillas cuando hay casi un metro de nieve no son más que mentiras que siguen alimentando la falta de interés y de apoyo hacia ese territorio. No os dejéis engañar y exigid respeto porque la situación se repite y se seguirá repitiendo, porque os prometen cambiarlo todo, pero todo sigue igual.