Como superviviente de la muerte por suicidio de mi hermana Ana no puedo dejar de pensar en la actuación de Telecinco cuando Rocío Carrasco confesó que se sentía avergonzada y que había sido una egoísta y una cobarde por haber tenido una tentativa de suicidio. Aunque hablaron expertos en violencia de género (con llamada de ministra incluida), Telecinco no se molestó en invitar a ningún especialista en suicidio que le dijese a Rocío Carrasco que su tentativa no fue un acto vergonzoso, que no fue una egoísta y que no fue una cobarde. Que solo era una persona que sufría enormemente y que en esos momentos no vio otra salida.
Ni siquiera se hizo alusión a la existencia de teléfonos de asociaciones que pueden ayudar a las personas con pensamientos suicidas, tal y como se hace con la violencia de género.
Los medios de comunicación son un arma muy poderosa para dar visibilidad a este problema y empezar a ponerle remedio. Se lo debemos a las 10 personas que mañana morirán en España por suicidio, y a las 10 de pasado mañana...