Demasiados campos son los que están expuestos al devaneo que las negociaciones y auténtico mercadeo que se han montado nuestro Gobierno y el prófugo catalán, con la comnivencia de esos grupos políticos lo más distantes a lo que sería una unión productiva a nivel nacional, que no nacionalista. El fugado, que sabia muy bien lo que hacía, salió de España con la consciencia de que dejaba atado su futuro con unos emolumentos garantizados y el victimismo como escudo, una vez haberse declarado “president”, y ahora pretende volver como héroe gracias a contar con la complicidad y la necesidad de un equipo de gobierno dedicado a saltarse todo aquello que se ponga delante, sea lo que sea.
Sea lo que sea incluye hacer trizas las normas de convivencia establecidas por la inmensa mayoría de los españoles, llámese Código Penal, y ahora el colmo al acomodar esas normas a las necesidades de convictos y confesos (varias centenas) sin considerar ni por mínimas el sentir de la calle. La necesidad de conseguir su objetivo arrasa con todo, tenga razón o no. Meses y meses dando palizas a todo el que les pusiera delante cualquier traba legal que les intentaran hacer entrar en razón. Puesto en el llano camino dispuesto al que para muchos será el gran capitán que le aseste la puntilla a la convivencia nacional seguiremos viendo una contradicción tras otra de cuantos cargos ministeriales tengan delante una cámara divulgativa, intentando decirnos que lo hecho es bueno y según ellos casi deberemos de agradecérselo, ¡ya sería!
Como cociendo la rana, poco a poco estamos tragando el desaguisado y la tropelía por un dame acá esos votos que después yo te abro las puertas que hagan falta. Da la sensación de que nuestra Carta Magna está disponible y dispuesta al antojo y necesidad de este Gobierno para hacer los recortes a medida y rentabilizarla políticamente aunque suponga hacerla “trizas”. Mi ignorancia me permite reflexionar sobre si los ciudadanos tendríamos algo que decir en estos casos de importancia nacional y este lo es ¿o no?
Cuantos han animado y colaborado en tan nefasta labor solo por satisfacer a un enemigo del país deberían de reflexionar y hacérselo ver, es que estamos en Europa la segunda más grande en unión del mundo y no sería bueno que demos una imagen de todo lo contrario.
P.D.: el señor Puigdemont sigue siendo un fugado y para ser amnistiado primero debe de ser juzgado, sino esto va a ser como poner el carro delante de los bueyes.
