La violencia es el resultado de la incapacidad que tiene el hombre para dialogar.
Los políticos en este caso concreto (todos ellos, todos los partidos) prefieren aferrarse a sus ideologías para arañar todos los votos posibles, aun a cambio de ver como los policías y ciudadanos de bien resultan heridos por una chusma de maleantes.
Los ciudadanos pacíficos tienen todo el derecho de manifestación, no faltaría más, pero un representante del pueblo no puede tomar partido interrumpiendo carreteras, pues está vulnerando el derecho de otros ciudadanos.
Los violentos de Cataluña no representan a esa región, solo son una masa embrutecida e inculta que yo aseguraría que lo último que les pasa por la cabeza es el bienestar de los catalanes.
Estos personajes nunca representaran a ese pueblo, pero para mí lo peor es el propio Torra y sus socios de gobierno. Son verdaderos engañabobos que durante décadas han adoctrinado a un pueblo con una ideología obtusa de confrontación a España.
Estos señores merecerían la prisión inmediata, pues no buscan la libertad para un pueblo, buscan un territorio a la vieja usanza de la Edad Media, con todos los derechos y privilegios para poder así sangrar a los catalanes.
