Cartas al director

Borja Sémper: quién te ha visto y quién te ve

Hubo un tiempo en que un sosegado, conciliador y sensato Borja Sémper, hoy portavoz nacional del Partido Popular, abandonó su formación asqueado de la beligerancia desmesurada y despropósitos de Pablo Casado argumentando que “si continúa esta política de decir la cosa más fuerte; si el populismo reaccionario nos arrastra a los demás, yo no pinto nada en política. No me sentiré útil. En el barro siempre gana el populista. Que vuelva el respeto”. Tiempo después reafirmó: “Me fui porque estaba cansado de un clima de enfrentamiento continuo, de una ausencia de contenido”.

Como no encuentro diferencias entre Casado y Feijóo, Borja es hoy correa de trasmisión de aquello que no le gustaba al marcharse: desde el incremento de la crispación, pasando por el uso de bulos -sabiendo que lo son- para atacar al rival político -para ellos enemigo-, hasta la normalización de las alianzas con Vox.

Dedicado toda su vida a la política profesional, no le debió ir bien en el ínterin para tener que volver.