Los farmacéuticos están solicitando ser considerados grupos de riesgo ante el coronavirus y, desde el desconocimiento, hay quienes les consideran meros dispensadores de medicamentos.
Me gustaría recordar que, ante el cierre de centros sanitarios, son muchos los pacientes que se dirigen a la farmacia en busca de consejo sanitario. También destacar que nuestros farmacéuticos están acercando medicamentos a los domicilios de aquellas personas que no pueden salir, incluso actuando por iniciativa propia ante los pacientes con tratamientos crónicos que no pasan a recoger los medicamentos prospectados. En algunas zonas rurales son la única figura sanitaria presente.
Ya son varias las farmacias que han tenido que cerrar a consecuencia de tener personal contagiado, con el consiguiente perjuicio a los vecinos. También varios los farmacéuticos fallecidos por el coronavirus.
Así que pido para ellos no un aplauso. Pido que se les considere lo que son: profesionales sanitarios de primera línea que necesitan estar protegidos para continuar garantizando una atención sanitaria de calidad.
