Cartas al director

Esperando la cita del sergas

Desde el sillón de la peluquería, esperando vez para teñirme el pelo, que una tiene ya una edad, la cabeza no para. Ni ahora con pelo, ni antes cuando por el tratamiento de quimioterapia debido a un cáncer de mama me quede sin uno solo (eso es lo de menos, el pelo vuelve, por suerte). Lo que no vuelve eres tú. El yo de antes, ése ya quedó en otra etapa de tu vida. Ahora toca afrontar la vida de otra manera, desde otra perspectiva de miedo, de angustia, de esperanza y de ganas de luchar y salir adelante.

Vamos por el camino correcto por suerte. No todas lo pueden contar, por lo cual me siento afortunada. Toca la siguiente revisión de los 6 meses, lo que conlleva analítica, mamografía y visita a la oncóloga. Y ya a la vez empieza a entrarte ese “medo no cu”. Bueno, pues la tarde de consulta para hacer la mamografía nos cita el Sergas, día y hora. Allí vas corriendo para no llegar tarde, más compañeras en el sótano también esperando. Un silencio que se hace incómodo, y esperamos, esperamos. Al cabo de hora y cuarto decidimos tocar por alguna puerta. Sale alguien que esta allí, en un despacho, pero a otra cosa, y nuestra sorpresa es que nos dice: “Imposible. De tarde no se hacen mamografías. Aquí por la tarde no hay nadie. Seguramente os llamaron porque tienen que cumplir un número de citas dadas al año”. ¿Perdona? ¡Eh!

Bueno, pues llamo al teléfono que pone el Sergas y mi sospecha es confirmada. Como a mí ya me dieron cita, no les consta que esté pendiente de que me llamen para volver a darme cita. ¿Me están vacilando? Señores del Sergas, por no llamarles otra cosa, con mi salud no se juega, aún me queda un año para que (¡ojalá!) me puedan dar el alta y esté todo bien. Necesito mis controles de momento cada seis meses y me vaciláis así, soy un objetivo que completar a fin de año.

Solo me queda perder horas de mi trabajo e ir a poner una reclamación y otra y otra. Es flipante cómo nos manejan, enredan y juegan con nuestra salud.

Una paciente indignada, no con el equipo de Oncología, sino con los señores del Sergas.