Cartas al director

Estado del bienestar débil. Unidos podemos mejorarlo

Hace poco leí que algunos filósofos consideraban “que los mejores políticos y gobernantes son los que comparten el compromiso de la búsqueda de la verdad, la honestidad y la ética o bien común”

En aquel momento pensé que en España la gran mayoría de ellos dicen que tienen vocación y en sus discursos adquieren compromisos para mejorar el presente y el futuro de los ciudadanos. Ojalá fuese así pero lo cierto es que, con el paso del tiempo, todo lo comprometido se diluye y unos y otros empiezan a actuar exclusivamente para beneficio de sus propios intereses y los de sus partidos.

La realidad nos está demostrando su falta de ética para trabar alianzas y negociar. Un buen ejemplo de ello es lo que estamos viviendo con la aprobación de la amnistía o la aprobación de los presupuestos.

¿Qué hacen para consensuar e implementar medidas que mejoren la, cada día más precaria, vida de los ciudadanos? ¿A dónde pretenden llevarnos?

Cada vez que lo “repienso” aumenta mi hartazgo e indignación y no soy capaz de entender que un X número de ciudadanos les arropen en las manifestaciones que convocan en contra de la aprobación de la amnistía, un concepto político y de opinión que no va resolver los graves problemas que sufren una gran mayoría de los españoles.

Es necesario que “todos los ciudadanos” exijamos a nuestros políticos que trabajen para conseguir una mayor igualdad y universalidad de los servicios sociales. Esto es: el derecho a las pensiones, a la sanidad, a la protección frente al desempleo, a la educación, la cultura y los servicios públicos.

Qué nos pasa, por qué estamos callados, en definitiva “qué estamos haciendo para que se nos escuche”. Aunque, a veces, nos sintamos impotentes debemos tener claro que la impotencia no es una buena razón para dejar de intentarlo. Si nos mostramos unidos y manifestamos, con nuestra presencia en las calles, nuestro hartazgo para con ellos, seguro que conseguiremos que rectifiquen y trabajen por y para nosotros.