Santa Marta fue el lazo de unión entre nosotros. En poco tiempo y sin darnos cuenta, tu energía y tu fuerza invadió nuestros corazones; ya eras parte de nuestra familia.
Fuiste compañera y sobre todo, fuiste amiga. Reímos y lloramos, compartimos momentos buenos y malos, y hoy tenemos que despedirnos y no queremos decir adiós.
No es un adiós porque dejaste huella, porque tu paso en esta familia no fue desapercibido; un pedazo de ti ha quedado en cada uno de nosotros. Siempre estarás viva en nuestros corazones…
María Guadalupe Crespo Pérez, tus compañeros de trabajo no te olvidarán.
D.E.P. amiga.
