No es la primera vez que escucho a Guardiola (exjugador y entrenador de fútbol) y me siento insultado. Es un personaje malvado. Un tipo capaz de cualquier mentira para conseguir su objetivo. Su obsesión contra España se ha convertido en algo enfermizo. Debería hablar con el siquiatra de cabecera, si no lo tiene, y si no, buscárselo. Esas ansias de hacer daño a lo español no son normales. Esa claudicación a la mentira para que los españoles nos sintamos una piltrafa humana tampoco. Cuánto odio almacenado tiene este hombre. Cuánto resentimiento. Cuánta inquina. Cuánta depravación intelectual. Eso solo puede caber en una cabeza rebosante de maldad. Lo español le despierta los peores instintos. Guardiola es una gigantesca “fakenews” andante, vociferando mentiras contra España por el mundo. Qué hedor mental debe haber ahí.
Claro que según las estadísticas una parte de los futbolistas son muy cortos, donde privaba en ir darle patadas a una pelota, que ir a la escuela. Al final se fueron sufriendo las consecuencias. Algunos se les subió a la “parra” fichar por un buen equipo y cobrar dinero a mazo. Gran parte de culpa la tenemos los aficionados, que muchas veces dejamos de cumplir nuestros compromisos con la familia y gastamos el dinero en ir al campo de fútbol, y ahora ocurre que Ronaldo, Messi, Tiburcio, etc, etc. (tuerce botas) se ríen de nosotros.
Qué gran fallo tenemos los ciudadanos. Le damos categoría a futbolistas, politiquillos (no digo que algunos se merezcan alabanzas), y dejamos a un lado o no le damos importancia, a personas que demuestran la validez de su carrera. Gran parte de la culpa la tiene la televisión en todos sus canales, donde nos ponen locos contando la vida de la Pantoja, de su hijo Kiko, Belén Esteban, Matamoros, etc, etc, o lo que hace tal alcalde o tal diputado. Un arreglo sería tener un horario de emisión 4 horas de mañana y 4 de tarde. Los jubilados si quieren pasar el tiempo, que vayan al parque a practicar gimnasia.
