CRÓNICA

Nadie se quedará sin turrón

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photo_camera Los cocineros del comedor social de Cáritas preparando un menú del día.

Ningún ourensano tendrá que pasar la noche de hoy solo. El comedor social de Cáritas, ubicado en la calle Mestre Vide, ha organizado una cena de Nochebuena para las familias más desfavorecidas con marisco y turrón. 

L a de hoy es una de las noches más entrañables para los ourensanos de orientación cristiana. Padres, hijos, hermanos, cuñados y suegros se reúnen para cenar, bailar, tomar dulces y brindar. Sin embargo, no todos cuentan con el calor de una familia. Con el objetivo de recuperar su ilusión, el comedor social de Cáritas, ubicado en la calle Mestre Vide, ha organizado una cena especial para que ningún ourensano se sienta solo. Disfrutarán de un menú típicamente navideño en el que podrán degustar embutidos ibéricos y langostinos con mayonesa. También de bacalao al horno acompañado con patatas panaderas. Por supuesto, no faltarán turrones, polvorones y mazapanes. El objetivo del colectivo es darles un plato caliente y compañía en unas fechas tan señaladas como estas en las que "la gente con menos recursos económicos lo pasa verdaderamente mal", explicó Lucía Varela, directora del comedor social, gestionado por Cáritas desde finales de 2013. Mañana también podrán celebrar el nacimiento de Jesucristo en Belén con una comida especial. Cóctel de langostinos con piña, gulas al ajillo y entrecot con pimientos asados serán algunas de las propuestas culinarias que tienen preparadas para las personas en situación de exclusión social.

Hasta noviembre de este año, los trabajadores y voluntarios del comedor han atendido a más de 2.400 personas y repartieron 131.754 raciones de comida. Además de ocuparse de las necesidades alimentarias de los más desfavorecidos ofreciéndoles desayuno, comida y cena, se encargan también de detectar posibles problemas como la soledad. Lucía Varela está al frente del comedor desde enero de 2014 y conoce de primera mano la situación personal de cada uno. "En los desayunos me siento con ellos; es una forma de conocer qué les pasa para poder ayudarlos", dijo. El comedor también ofrece los servicios de lavandería, ducha y peluquería "porque a todos nos gusta estar guapos, limpios y tener una ropa bonita para sentirnos bien", explicó.

Desde la dirección del centro han notado el incremento del número de familias ourensanas con apuros económicos. "En enero de 2014 repartíamos 78 raciones diarias. Ahora, unas 280", dijo. El desempleo y la falta de ayudas sociales son el principal motivo de este aumento. "Agotan las prestaciones y cuando las solicitan, tardan en llegar y el casero no está dispuesto a esperar tanto tiempo", explicó. Esto les obliga a pasar la noche en los cajeros o en casas ocupadas ya que el albergue de transeúntes los desaloja al tercer día.

El ser humano es un ser sociable por naturaleza por lo que además de alimentos, necesita de compañía. Por eso, han organizado un equipo de fútbol sala que entrena todos los miércoles por la tarde en la cancha de la Comisaría de la Policía Nacional. "Pasan mucho tiempo solos, en la calle y es una forma de hacer vida social", explicó. Cáritas cumple también una función educativa "al enseñarlos a gestionar sus recursos para que, cuando su economía se lo permita, puedan desligarse del comedor", explicó. Desde su centro de formación Trebede les dan clases de alfabetización para que puedan sacarse el graduado escolar y tengan más posibilidades de encontrar un trabajo digno.

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