“La provincia está saturada de presas y minicentrales hidroeléctricas"

Francisco Marín Muñoz, presidente de la Confederación Hidrográfica (MARCOS ATRIO)
photo_camera Francisco Marín Muñoz, presidente de la Confederación Hidrográfica (MARCOS ATRIO)

Este invierno los índices estadísticos hablan de que Ourense sufrió los meses más lluviosos desde que se tienen datos. 

Los efectos se hicieron notar semana tras semana, especialmente en zonas como A Limia, Baños de Molgas, Ribadavia o el Miño a su paso por la capital. Sin embargo, desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, el organismo encargado de la vigilancia y control de los ríos gallegos -excepto una zona del sureste ourensano, la cuenca del Támega, que pertenece a la Confederación del Duero-, no creen que la situación haya sido extrema, al menos así lo señala su presidente, Francisco Marín, que el pasado 1 de marzo cumplía dos años en el cargo.



¿Está siendo el invierno más duro que se recuerda?

Quizás en esto hay poca memoria histórica. El volumen almacenado de los embalses está un poco por encima del año pasado, algo más del 90% de su capacidad, pero en 2013 estaban también muy por encima del 80%. Curiosamente, un año antes, en 2012, apenas llegaba al 50%. El último año en que hubo una mayor afección para los ourensanos fue 2001, cuando el Miño en la capital llegó a superar la actual carretera N-120, el nivel de alerta máxima. Este año no hemos llegado ahí.



¿Cuáles fueron las zonas más afectadas?

Hubo pequeños daños por toda la demarcación, aunque hay zonas muy recurrentes, como el río Arnoya a su paso por Baños de Molgas, donde el cauce está invadido por la actividad humana y el río busca su sitio. También en la cuenca del Limia hubo daños en infraestructuras y en cultivos, pues la zona es muy llana.



Parece que la laguna, invierno tras invierno, quiere recuperar su espacio. ¿Es algo inevitable?

Las inundaciones en A Limia se producen porque la zona es muy llana, por lo que la velocidad del agua es muy baja y llueve más de lo que el suelo puede absorber. Lo que más se encharca es lo que fue la laguna en su día y nuestro empeño es poner todos los medios para que los agricultores puedan desarrollar su actividad en las mejores condiciones posibles.



Pero son muchas las voces que critican la falta de limpieza del río, que actúa más como un tapón que como un desagüe.

Los tapones en los ríos los producen aquellas infraestructuras que no tienen suficiente capacidad de paso y aquí tenemos ejemplos. Uno es el puente de A Quinza, en el Avia, que siempre hace tapón y que hoy no sería autorizable como está. En cuanto a las labores de limpieza, es lo que vamos a abordar ahora. Estamos ultimando un amplio programa de trabajo, que será presentado en muy pocas fechas. De momento solo puedo avanzar que en la provincia de Ourense la inversión necesaria para reparar daños de estos últimos temporales superará el millón de euros.



¿Hubo alguna situación especialmente delicada en la provincia durante los últimos temporales?

En todo momento sabemos cómo suben las cotas de los ríos en los puntos que tenemos monotorizados. En Ourense tenemos varias zonas recurrentes, como los ya citados de Baños de Molgas o A Limia, y otro es el Avia, a su paso por Ribadavia. Tuvimos allí una situación de prealerta y la única posibilidad de regulación era la presa de Albarellos. Esta se fue llenando progresivamente y se aproximó a su límite, aunque no tuvo que aliviar demasiado, porque tenía capacidad de embalse, pero si hubiera tenido que aliviar por encima de su capacidad, quizás la situación hubiera empeorado en Ribadavia. Gracias a Dios, no fue así.



¿Cuál es el estado de salud de los ríos ourensanos?

Yo diría que es mejor que bueno, en general, lo que no quiere decir que no tengamos que mejorar situaciones como la del Barbaña, cuyo estado no es bueno; la zona del Limia, en el embalse de As Conchas, o la zona del Sil afectada por las pizarreras, que son tres retos en los que estamos trabajando. Sin embargo, en general, comparativamente tenemos un porcentaje de masas de agua cuya calidad es buena.



¿Tienen capacidad los ríos de la provincia para nuevas presas, embalses o minicentrales?

Para grandes presas no. La demarcación Miño-Sil está condicionada por un fuerte aprovechamiento hidroeléctrico, de grandes presas, grandes centrales y minicentrales. Hoy la mayoría de los expedientes no son de grandes presas, de barreras en el cauce, sino que son proyectos para aumentar la capacidad de turbinaje, de más potencia instalada, de aprovechar los caudales ecológicos que se imponen a las empresas y que estas tienen que cumplir; o lo que a mí me gusta llamar 'caudales de almacenar el viento', que consiste en bombear agua de un embalse a otro para después, en horas de menos coste energético, tener esa energía potencial y usarla cuando pueda interesar. Estos son los tipos de proyecto que hay en estos momentos. En cuanto a las minicentrales, son aprovechamientos de menos caudal, pero yo creo que la provincia de Ourense también está saturada.



¿Cómo valora estos dos años al frente de la Confederación?

La verdad es que me siento satisfecho. Es un organismo donde he descubierto a unos profesionales de una muy alta cualificación, muy comprometidos con su trabajo. Me siento satisfecho e integrado. En estos dos años he conseguido uno de mis objetivos, que ha sido integrar un equipo de trabajo ágil y coordinado. Desde el punto de vista de retos personales, uno de mis objetivos primeros era acercar el organismo a los usuarios, como los regantes, los abastecimientos, los aprovechamientos hidroeléctricos y las administraciones locales. Es difícil conseguir en dos años este tipo de retos, pues es una utopía más que un objetivo, pero es cierto que hubo, por ejemplo, una rebaja muy significativa en expedientes sancionadores por autorizaciones de obras o por vertidos incoados a las administraciones locales y eso demuestra ya una aproximación.



¿Cuántas sanciones impusieron el año pasado?

En 2013 se incoaron 117 sanciones y se resolvieron 259. Hemos resuelto más del doble de las que se habían incoado. En comparación con el año anterior, se produjo una reducción en el número de sanciones de entorno al 50%. A la provincia de Ourense le correspondería en torno a un 30% de aquellos expedientes, aunque hay que tener en cuenta que en la confederación gestionamos conjuntamente en esta área a las provincias de Ourense y Pontevedra.



¿Los avatares judiciales de su antecesor, Francisco Liñares, implicado en la Operación Pokemon, influyeron de alguna forma en su gestión?

En mi gestión no, pero para la Confederación fue un shock . Yo, dos años después de llegar aquí estoy convencido de que cualquier cosa que hacía este hombre estaba al margen de la Confederación. Estoy convencido de que los profesionales que hay aquí lo que quieren es hacer su trabajo lo mejor posible y en eso están. Lo que no sé es si a Liñares le habrá compensado todo eso que parece ser que hizo con lo que está pasando.n
 

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