Opinión

Tabagón independiente

Hace años escribí un libro que para mi decepción nadie ha querido editarme nunca. Un libro precioso y no porque lo diga yo que soy el autor. Son unas memorias de infancia al estilo de las que tanto gustan en la literatura anglosajona y las literaturas nórdicas como "La casa de la pradera" de Laura Ingalls, "Mi familia y otros animales" de Gerald Durrell, "Boy, relatos de infancia" de Roald Dahl, "Una temporada para silbar" de Ivan Doig, o "Me voy con vosotros para siempre" de Fred Chappell, y tantos más. 

No digo que mi libro sea tan bueno como esos, claro, pero sí que está escrito con el mismo intenso amor y ternura que los que he citado. Se titula "Príncipes de Tabagón". 

Tabagón es el pueblo natal de mi padre y lo de príncipes alude a muchos familiares y amigos a los que conocí siendo un niño y a quienes se retrata en sus páginas precisamente desde la visión fascinada de un niño. 

Hay dos Tabagones, San Xoán y San Miguel, ambos están a unos ocho kilómetros de La Guardia (Pontevedra). El mío es San Xoán. Ni siquiera sé los habitantes que tendrá ahora ¿cuatrocientos? ¿quinientos? Solo he vivido allí de crío durante temporadas. Tabagón tiene una diminuta y preciosa iglesia parroquial, un cruceiro con un mirador y unas vistas de lujo sobre el Miño a cuyas riberas se puede llegar caminando desde el centro del pueblo en solo dos minutos. Además y esto me lo han dicho amigos o conocidos que han pasado por allí, es un pueblo muy bonito. Tal vez sea porque en él no hay muchas "desfeitas" arquitectónicas de esas que tanto afean el paisaje gallego. Para completar el cuadro Tabagón tiene una personalidad cultural y social perfectamente diferenciada de otros pueblos próximos. Por ejemplo, en Tabagón todo el mundo tiene un mote peculiar, hasta el punto de que uno del los mejores amigos de mis madrinas, un tipo generoso y estupendo se llama "el X". 

Por supuesto en Tabagón no se habla gallego, sino una extraña mezcla de gallego aportuguesado y español galleguizado. Un idioma que si lo conocieran los garantes de la pureza lingüística lo borrarían inmediatamente del mapa.

Reflexionando sobre esto y al hilo del asunto catalán he concluido que Tabagón debería de ser una república independiente: la república independiente de mi casa. 

En la introducción de mi libro aludo a una preciosa novela de John Irving "Príncipes de Maine, Reyes de Nueva Inglaterra" así: "En mi imaginación Maine es Tabagón y Nueva Inglaterra el río Miño de mi infancia. Pues mientras fui un crío me sentí siempre al lado de los príncipes de estas páginas un pequeño rey también, coronado, cuyos dominios eran las inmensas y generosas riberas del río y los montes de El Rosal junto a La Guardia, desde Oia hasta Las Eiras."

En fin, que me estoy haciendo unas camisetas que pongan "Freedom for Tabagón". Si quieren una, envíenme un whatsapp.

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