Las cifras cantan, y las de los primeros tres meses del año no dejan demasiado lugar a la duda. Ourense se sitúa en cabeza del incremento delictivo en Galicia, con porcentajes muy lejos de los descensos que se producían en otras provincias gallegas, casos de A Coruña y Lugo, y superiores a los aumentos de delitos y faltas en otras como Pontevedra o el global de la Comunidad. El 16,4% de aumento en Ourense contrasta de forma aplastante con el 0,8 de incremento que en el primer trimestre del año se registraba en Galicia, estadística que a nivel autonómico destaca además por el descenso de hasta un 36,5 en los delitos relacionados con el tráfico de drogas. Robos en domicilios y aquellos realizados con fuerza e intimidación encabezan el triste balance de una situación que sigue en la provincia la tónica general del resto del país.
