Por una educación pública realmente sustentada en criterios de calidad, y basado en el homenaje a la japonesa Sadako y sus mil grullas de papel, el parque náutico de Castrelo de Miño asistió ayer a la 'botadura' de 3.000 barcos de papel llegados de diferentes lugares del mundo, resultado de una iniciativa puesta en marcha por una extrabajadora del Concello que encontró eco a través de las redes sociales. Prácticamente de toda Galicia, de diferentes lugares de España, de Finlandia, Reino Unido, Francia, Argentina o México, las últimas semanas fueron llegando a la localidad ourensana los barcos con los que inundar ayer el Miño de deseos, esperanzas y promesas de futuro, tantos que los organizadores vieron superadas sus previsiones más optimistas convirtiendo el acto reivindicativo en una especial llamada a la reflexión.
