Opinión

A Rajoy le gusta el diferido

Primero fue la polémica del diferido o directo en la gala de los Goya, después de aquel extraño espectáculo de la noche del 'No a la guerra'. Después fue el despido de Bárcenas, que tampoco fue en directo, sino 'en diferido', según explicó María Dolores de Cospedal. Y ahora es el propio Rajoy quien anuncia una bajada de impuestos... en diferido, o sea, para el año que viene, si Dios quiere (igualico, igualico que la respuesta del Hermano Lobo a la pregunta de para cuándo el fin de la censura cinematográfica, en época franquista). Diferir todo lo que le pase por delante, para no tener que afrontar los problemas de cara y en directo, es la táctica preferida del presidente, pero lo cierto es que nunca lo había dicho tan a las claras. Ojalá el resto pudiéramos también diferir nuestros problemas y no afrontar en directo los dramáticos efectos de una crisis que no cesa.

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