Opinión

Rebelión social

Después del pánico, llegan ecos de indignación. Cientos de vecinos de A Merca amanecieron ayer todavía con la mirada y la garganta irritadas por el humo y la ansiedad. Se descubrieron pisando un gigantesco campo de cenizas. Donde había huertas, viñedos y bosques milenarios ya sólo quedaba un paisaje de luto riguroso. 'Pudemos perdelo todo por culpa dun desgraciado', se lamentaban. Pero un lamento no es suficiente. Urge una rebelión social. Intolerancia cero. Consenso político. Hiperactividad policial. Contundencia judicial. Condena unánime y ejemplarizante para quienes juegan con fuego, consumen nuestros recursos y ponen en riesgo nuestras vidas.

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