Opinión

Septiembre

Mes fatídico septiembre. Y eso que ya no se habla del síndrome postvacacional. El drama del desempleo ha generado la teoría de la feliz reincorporación al puesto de trabajo. Es sólo una teoría; las cuentas familiares no cuadran tampoco en este inicio de curso. Septiembre es eterno, coronado de imprevistos y facturas pendientes. La Administración ha afilado las tijeras: en las subvenciones para comedores escolares y libros de texto, en las becas de la universidad, en las pensiones (33.000 millones de recorte hasta 2022). Los políticos intentan disimular, como si el 2013 estuviese ya agotado. Nos señalan con el índice hacia el 2014 (igual que en 2008 nos remitían al 2009). Que no nos despisten. El próximo año queda aún muy lejos. Concentrémonos en llegar al próximo mes.

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