Opinión

El tinglado de t-solar

Se dice que hay varias ofertas sobre la mesa para salvar del desastre a una empresa que los políticos de turno presentaron en su momento como la punta de lanza de la empresa del siglo XXI. Se sirvieron de ella, hablamos de T-Solar, para fotografiarse bajo titulares triunfalistas. La alimentaron, en seguida se vio que artificialmente, con jugosas cantidades de dinero público que, utilizado con criterio, hubiesen servido para incentivar proyectos ourensanos menos rimbombantes pero bien dimensionados. Ahora, la prioridad de los trabajadores convertir el bluff en 170 empleos viables. Lógico, pero el problema no acaba ahí. Al margen de lo que ocurra con T-Solar, es obligado exigir responsabilidades, de todo tipo, patrimoniales incluidas a quienes, en mayor o menor medida, engordaron la estafa. Empezando por el expresidente Touriño y su conselleiro Fernández Antonio, siguiendo por Feijóo y Guerra y finalizando por el presidente del tinglado, Marcial Portela. No pueden salir de rositas.

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