Opinión

Taylor Swift perturba la política en Estados Unidos

La cantante Taylor Swift, durante uno de sus conciertos en EEUU.
photo_camera La cantante Taylor Swift, durante uno de sus conciertos en EEUU.

Taylor Swift, esta muchacha rubia de trigo y azúcar, se esta convirtiendo en el fenómeno social más importante de todos los tiempos en los Estados Unidos. Tiene 34 años es compositora y cantante pop, al principio lo fue de country, pero en los últimos años es la estrella indiscutible del pop. Tiene mas de 300 millones de seguidores en Instagram, en Harvard y en otras universidades estudian su imagen como un singular fenómeno de masas. Es la cantante más escuchada de todos los tiempos en USA. Los americanos la adoran, crean cócteles con su nombre y platos de repostería. Sus conciertos provocan profundas agitaciones sísmicas, en Seatle acudieron a oírla cantar y verla bailar 144.000 personas. Copian sus gestos y sus vestidos. Muchas de sus opiniones y recomendaciones son seguidas como si fueran dogmas. En las ciudades donde actúa no solo llena los estadios y los teatros, también llena los hoteles y restaurantes.

El año pasado multiplicó su prestigio y su influencia al ser elegida por la revista Time como personaje de 2023. Una especie de Nobel de la opinión pública. Durante bastantes años se mantuvo lejos de la escena política, no quería contaminar su fama con opiniones comprometidas. Fue en 2018 cuando se manifestó a favor de las minorías sexuales y raciales. Lo hizo en su estado de Tennesse. Dos años después se quitó completamente la careta y en las elecciones presidenciales del 2020 se posicionó a favor del tándem Joe Biden y Kamela Harris, diciendo: “América tiene ahora la ocasión y la oportunidad de comenzar un proceso de curación que tanto necesita.”

En el año 2022, la cantante reaccionó con una pasión más acentuada contra la decisión del Tribunal Supremo de su suprimir el aborto como derecho constitucional. Con ese motivo escribió: “Estoy totalmente desolada con esta decisión.”

Curiosidad

Las que acabo de enumerar, son sus posiciones mas llamativas y polémicas. En general sus ideas y comportamientos están dentro de los cánones consensuales. De ahí la curiosidad y el interés por conocer su apuesta ante las elecciones del próximo cinco de noviembre cuando se enfrentarán dos viejos e irreconciliables enemigos: Joe Biden y Donald Trump. En los cenáculos de Trump la detestan, incluso el mismo Trump ha presumido de ser mas famoso que ella, considerándola una frívola sin valores. Lo dice en un momento en que la cantante es más influyente y famosa que nunca. De ahí el gran peso que tendrán su alineamiento en favor de uno o del otro.

¿Se ha medido su capacidad de influencia en unas elecciones? En cierta manera sí, el pasado septiembre llamó a través de sus plataformas, especialmente Instagram, a registrarse en las listas electorales, provocando una afluencia de 35.000 jóvenes a hacerlo. Todo un récord. Ante estos hechos, en el entorno de Donald Trump, la figura de Taylor Swift comienza a inquietar profundamente. Para atacarla no dudan en acudir a las fakes news, la ha llegado a acusar de ser una agente del Pentágono y de la Cía al servicio de Biden. Descabellado. Hace unas semanas, la preocupación por la cantante pop llegó al paroxismo con motivo de la final de la Super Bowl (fútbol americano) para la que estaba clasificado el equipo Kansas City Chiefs, una de cuyas estrellas es Travis Kelce, el envidiado novio de Taylor. Ese partido es la gran misa solemne del deporte norteamericano. Algunos tabloides comenzaron a publicar que a lo largo a al final de ese partido, la celebre cantante y el jugador harían una declaración pidiendo el voto para Biden. Solo pensar en esa posibilidad le provocaba unos fríos sudores a Donal Trump. Se jugó el partido, ganó el equipo de Travis Kelce y no hubo ninguna declaración, pero eso no quiere decir que la puedan hacer. Hasta el cinco de noviembre faltan varios meses.

Lo que está ocurriendo con Taylor Swift no es normal, comentó el asesor de Trump, Stephen Miller en la cadena ultraconservadora Fox. Añadiendo que era agente del Pentágono. Otro periodista ultra, escribió en vísperas de que se jugase la Super Bowl: “Me pregunto quién va a ganar la Super Bowl. No es descartable pensar que está amañada para hacer un juego mayor en las presidenciales de otoño por parte de una pareja artificial y culturalmente inflada. Son especulaciones lógicas. Veremos lo que pasa en los próximos ocho meses.” A la vista de estos hechos, no cabe duda de que la preocupación fertiliza las imaginaciones conspiranoicas.

Desde lejos

Desde la distancia, la señorita sigue con mirada escéptica los acontecimientos. En las elecciones del 2020 se posicionó a favor de Biden, afirmando:” No me cabe duda de que Trump está avivando las llamas del supremacismo y del racismo.”

En estos días podemos afirmar que ocurre exactamente lo mismo, incluso podemos decir que Trump está mas radicalizado en las posiciones más extremas de la ultraderecha.

Taylor Swift, esa muchacha rubia, aérea, de ojos profundamente azules, niña bien, multimillonaria, cantante de música country y la mayor referencia del pop, se ha convertido en referencia para animar a los jóvenes abstencionistas que habitan en la periferia de las ciudades a acudir a las urnas. Por eso es una amenaza para Trump y una esperanza para Joe Biden. En los últimos días, el odio a Taylor Swift ha subido como una fiebre maldita entre los fanáticos seguidores de Trump. En la red X, antes twetter, están subiendo fotos trucadas pornográficas de la cantante acudiendo a la inteligencia artificial, lo que desata la furia de sus seguidores, los conocidos como “swifties”, algo así como la swiiftosfera que la rodea.

La pregunta que flota en el aire de los Estados Unidos, es: ¿Puede Taylor Swift influir de una manera determinante en las próximas elecciones de los Estados Unidos.

La respuesta que dan muchos analistas es: “Sí puede”.

De esa posibilidad viene que se haya convertido en sujeto de furia y odio y en objeto de deseo y esperanza.

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