Según la civilización maya, el día 21 de diciembre de 2012 se acaba el mundo, es decir, hoy mismo. Como cuando escribo este artículo no sé si se acabó o no, por si acaso considero que lo mejor es titularlo así, no vaya a ser?, aunque les confieso que yo creo que no. La mejor prueba de que todo sigue estando en su sitio es que usted, amable lector, está leyendo estas líneas, aunque todo puede pasar hasta que lleguen las 24:00 horas del día del 'Apocalipsis'. No sé si los mayas se han basado en datos científicos para hacer una afirmación tan precisa sobre el fin del mundo, sospecho que no, pero en cualquier caso lo que sorprende es que una civilización capaz de predecirlo a nivel planetario, no pudo adivinar su propia desaparición, y este dato, tal vez menor y sin mayor importancia, me hace en principio dudar de su capacidad de acierto en esta clase de predicciones. Claro que el resultado de esta pregunta depende, muy mucho, de lo que se entienda por el fin del mundo.
Recuerdo un programa de televisión en el que preguntaban si creían en el fin del mundo y si sabían cuándo se produciría, a lo que todos contestaban que sí creían en él, pero que no sabían cuando sería, menos uno de los entrevistados que afirmó tener muy clara la fecha, por lo que la entrevistadora, llena de curiosidad, le pidió que la concretara. El entrevistado, haciéndose de rogar y asumiendo la responsabilidad, dijo: 'Cuando yo me muera'. Esta respuesta es digna de Aristóteles, dada la contundencia lógica y filosófica que encierra en si misma.
Hace unos días el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México afirmó que, en realidad, los mayas no quisieron decir que se acabaría el mundo el día 21 de diciembre de 2012, sino que acaba una época y empieza otra. Esta nueva interpretación ya me parece más acertada y esperanzadora. Acertada porque de todos es sabido que el día 21 de diciembre termina el otoño y comienza el invierno, y esto año tras año desde que el mundo es mundo, lo cual convierta la predicción de los mayas en todo un éxito. Esperanzadora porque si termina una época y empieza una nueva, ¿no será que los mayas predijeron el fin de la crisis y la llegada de la solución a nuestros problemas, o tal vez la caída de Ángela Merkel y su política de austeridad germánica? Si esto fuese así propongo que se le dé el premio Nobel de economía a los mayas a título póstumo (ya sé que solo se le da a los vivos, pero siempre se podría hacer una excepción, dada la dificultad del acierto).
Lo dicho, hay muchas razones para pensar que, aunque no se acabe el mundo, los mayas tal vez hayan acertado en su predicción y algo nos quisieron decir a los hombres y mujeres de hoy, a los que tan difícil nos resulta saber a donde vamos económicamente, sobre todo cuando leemos las sesudas predicciones del FMI, UE, OCDE, CEOE y no se cuantos organismos más que al final aciertan tanto como los mayas. Prueba de ello es que casi ninguno predijo la crisis que se nos venía encima. Por ello propongo que tomemos con esperanza la predicción maya de cambio de era, porque peor que la actual no puede ser y el futuro económico, al menos a medio plazo, es mucho mejor. Así pues podemos descartar que hoy se acabe el mundo? ¿o no?... Por si acaso esperemos hasta las doce de la noche.
