Opinión

No más suicidios

La situación económica para muchas personas es tan grave que algunas han decidido suicidarse ante el inminente e inmisericorde desahucio de sus viviendas, que las pone literalmente en la calle. Ante semejante situación, no queda otro remedio que modificar una legislación a todas luces injusta.

Hace mucho, muchísimo tiempo, que los que trabajamos en el ámbito de la justicia, sabemos que las ejecuciones hipotecarias suponen una gravísima injusticia, porque el banco, o un tercero, se queda con el piso por un precio irrisorio, mientras el propietario desahuciado se queda sin él, pero con la deuda pendiente y unos intereses abusivos. Ahora la situación se ha agravado éticamente, aunque la legislación injusta sea la misma, porque esas instituciones financieras que promueven los desahucios se han enriquecido durante años concediendo créditos a quien sabían que no podrían devolverlos, creando así un agujero que hemos tenido que pagar los ciudadanos, los mismos a los que ellos ahora desahucian sin despeinarse, porque la legislación, de momento, sigue amparando sus abusos.

Los que cometen tan grave injusticia son esos mismos bancos a los que entre todos vamos a salvar de la ruina con la creación de un “banco malo” en el que ocultar su impresentable gestión. Pues esos bancos no tienen la más mínima misericordia. Menos mal que los ciudadanos no somos como ellos, porque si no estaban sus directivos condenados a perpetuidad en Alcatraz.

Entre todos tenemos que decirles a las personas que se encuentren al borde del abismo que no desesperen, que sepan que hay jueces que levantan la voz, colegios de abogados que tienen comisiones hipotecarias para desinteresadamente asesorarlos (el de Ourense la tiene), sindicatos que las apoyan, partidos políticos dispuestos a cambiar la legislación y, sobre todo, ciudadanos valientes que se ponen en el portal de sus casas para impedir o retrasar el desahucio.

Que sepan que no están solos y que los bancos y cajas de ahorros no se merecen que alguien se suicide porque no les puede pagar su deuda, porque los primeros que están en deuda con todos son esos bancos y cajas de ahorros, que lo que tendrían que hacer es pedir perdón por el daño que han hecho, primero, enriqueciéndose enloquecidamente a cuenta de sus clientes (sobre todo de los que sabían que tenían una situación precaria); segundo, volviendo a enriquecerse a cuenta de las aportaciones del Estado para salvarlos de la ruina, y, tercero, a través de unas ejecuciones hipotecarias injustas.

Mientras la Unión Europea resuelve si las normas españolas son injustas deberían paralizarse los desahucios.

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