Opinión

RAJOY: ¿SUBE O BAJA?

Dicen que la retranca forma parte de la idiosincrasia de los gallegos. Es célebre el dicho de que cuando alguien se cruza con un gallego en una escalera no se sabe si sube o baja. No sé donde leí que a un gallego le hicieron la siguiente pregunta: '¿Ustedes los gallegos por qué siempre que les hacen una preguntan contestan con otra pregunta?', a lo que éste contestó: '¿Por qué me lo pregunta?', y vuelta a empezar. La pregunta en si misma es buena, pero lo que la hace verdaderamente interesante es la respuesta, porque al final esta hace que el que pregunta tenga que manifestarse sobre la causa última de su propia pregunta, es decir, tiene que hacer un ejercicio de metafísica para responderse a si mismo, y ello sin que el gallego se manifieste.


En el fondo todos estos dichos lo que vienen a demostrar es que en algunos aspectos de la vida, y en esto de la crisis ni les cuento, el subir o bajar depende de lo que interese para conseguir el objetivo, sobre todo cuando el que se persigue exige decisiones complejas y difíciles. En estos casos a veces hay que bajar algunos escalones para después subir los que faltan hasta llegar al objetivo. Y no solo hay que bajarlos, sino que hay que hacerlo en el momento más oportuno. Si además uno se encuentra en las escaleras un montón de vecinos que suben y bajan, lo prudente es esperar a que el ajetreo se calme y después ya se decidirá si lo que interesa es subir o bajar.


Rajoy es gallego de nacimiento y además yo creo que ejerce de tal, solo hay que leer algunas de sus declaraciones sobre la crisis o sobre el caso Bárcenas: es todo falso salvo alguna cosa. Pero la cuestión era si Rajoy sube o baja. Recetas para salir de la crisis hay por lo menos dos, una la de los Estados Unidos (en el discurso sobre el Estado de la Unión, Obama acaba de proponer un estado eficiente y afirma que no basta solo con reducir el déficit) y otra la europea impulsada por Alemania. En Europa hay que tener en cuenta que los intereses de los europeos son contrapuestos y en España las críticas son muchas y el malestar social creciente y explosivo. Ante este panorama, aplicando el dicho de las escaleras, yo creo que Rajoy toma decisiones según lo que exige el objetivo inmediato (a veces esas decisiones son contradictorias, como rebajar salarios y eliminar extras en España y al mismo tiempo decir que Europa tiene que estimular nuestra economía), y pienso que a lo mejor baja algunos escalones para después intentar ir hacía arriba.


Mi opinión es que dudo que andar subiendo y bajando escalones solucione algo, cuando hoy en día podemos coger el ascensor de la eficacia y la eficiencia en el gasto público, con eliminación de ayuntamientos, supresión del Senado, desaparición de diecisiete defensores del pueblo, y muchos otros gastos superfluos, que liberarían a los ciudadanos y a las empresas de una gran parte del gasto que se sufraga con sus impuestos y provocaría la reactivación del consumo y la reducción del paro. Las reformas estructurales que se aplican a los ciudadanos y empresas tienen que llegar también al modelo político y administrativo del Estado. No puede ser que la ciudadanía quede reestructurada y el Estado no. Y si Rajoy duda entre bajar o subir escalones que le pregunte directamente al pueblo y ya vera como éste le va decir que no quiere escaleras sino que se suba, o nos suba, al ascensor de la eficiencia y la eficacia en el gasto de las administraciones públicas.

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