En la esquela de Emilio Aragón Bermúdez Miliki pude leer esta petición: Se ruega una sonrisa por su alma. A continuación se anunciaba la fecha y lugar del funeral. No sé si este ruego fue voluntad del difunto o una decisión de su familia, en cualquier caso, lo cierto es que me ha parecido un ruego maravilloso, cercano, emotivo e inteligente. Dicen que la principal característica de las personas inteligentes (no de las listas) es la bondad y de esta estaba sobrado Miliki. Es un acierto pedir una sonrisa por el alma de quien tantas sonrisas y risas nos provocó, y digo que es un acierto porque la palabra sonrisa significa reírse levemente y sin ruido, y yo creo que este sentimiento, junto con la pena, es el que ha provocado el fallecimiento de Miliki entre sus seres queridos y en muchas generaciones de españoles.
Muchos habrán sonreído al leer ese ruego, y aunque esa sonrisa probablemente no consuela, sí hace más expresivo el dolor por su defunción y el aprecio por la persona. A mí me pareció muy digno de Emilio Aragón Bermúdez y su familia. Es todo un éxito para Miliki que su familia pida una sonrisa por su alma, ello demuestra que sus familiares lo querían entrañablemente, y ese es el mayor logro de una persona. Ojalá miles de sonrisas agradecidas y llenas de ternura hayan acompañado a Miliki a su último destino.