Opinión

¿Cuestión de suerte?

La suerte viene y va, o eso quieren pensar en Ferrari. Alonso, que ya tuvo sus más y sus menos en la calificación con varios pilotos ha visto como de golpe y porrazo se complica un mundial que hace dos carreras tenía a tiro.

El incidente con Raikkonen, aunque desafortunado, le puede suceder a cualquiera. Un toque, pinchazo y fuera de carrera, así funciona esto. Un ridículo problema si lo comparamos con lo que realmente sucede en el equipo italiano.

El Ferrari de Alonso y Massa se ha quedado estancado. No rinde ni en calificación ni en carrera y según las palabras del asturiano, no tiene trazas de cambiar. Las ocho décimas de diferencia con le Redbull de su máximo rival son el claro ejemplo de cómo se ha abierto un abismo entre ambos. Alonso es un gran piloto pero sin coche no ganará.

Quedan cinco finales en las que Alonso tendrá que luchar contra Vettel, reforzado en su maltrecha moral después de un inicio flojo, y contra su propio coche, un Ferrari que sigue sin estar a la altura de la calidad de un bicampeón del Mundo.

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