Opinión

La resignación de ser quinto

La paciencia tiene un límite y las excusas se terminan. En Italia lo saben y ya se abrió la caja de Pandora. Ahora mismo ya no es ni el túnel de viento del equipo (nuevo en 2013), ni la aerodinámica (menos importante que en años pasados), ni los motores (otra de las novedades en 2014) y los pilotos son, según los expertos, de lo mejor de la actual parrilla. Entonces, ¿Cuál es el problema?
La 'Scuderia' promete y promete pero raras veces cumple lo que aspira a volver a ser, un equipo ganador. Le duela a quién le duela, la triste historia de los últimos años para Ferrari es resignarse a ser quinto y 'rascar' un podio si llega el descalabro ajeno o en el mejor de los casos que caiga la tan deseada lluvia que maquille las deficiencias de un coche del montón.
Y es que en este despropósito solamente se salva Fernando Alonso. El asturiano saca petróleo de un monoplaza ramplón que ni es el más rápido ni tiene el mejor diseño, así que o mucho cambian las cosas o los ferraristas de todo el mundo tendrán que seguir rescatando los viejos Vhs y Dvds para recordar lo que es un título de constructores teñido de color 'rosso'.

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