Opinión

Medio siglo del atentado de Carrero Blanco

Portada del libro
photo_camera La portada del libro

Aunque no lo parezca han transcurrido ya cincuenta años del último magnicidio cometido en España. Son muchos los artículos, documentales, series, entrevistas, libros, recordándolo. El último el de Manuel Cerdán: “Carrero 50 años de un magnicidio maldito”. Lo he leído con sumo interés, pero a pesar de sus 600 páginas, no hay nada nuevo relevante. Le he dedicado mucho tiempo de investigación a este suceso, llegando a publicar al cumplirse los 40 años del atentado un libro titulado precisamente “La otra verdad. Del atentado de Carrero Blanco al término nacionalidades de la Constitución de 1978”.

Tengo que confesar que he perdido toda esperanza de que algún día se esclarezcan todas las incógnitas que han perdurado durante estos años y que ayudaron a alimentar desde el propio Adolfo Suárez con su enigmática frase “Me voy de la presidencia sin saber si ETA cobró en dólares o en rublos”. Santiago Carrillo: “Es indudable que ETA fue el brazo ejecutor, pero los interesados en que Carrero muriera, los protectores de ETA, por llamarlos de alguna manera, eran otros"  Gutierrez Mellado: “Aquí hay tantos que querían quitarse de en medio a Carrero”. Garicano Goñi ministro de la Gobernación: “Yo me tengo que ir porque me matan a un policía en el centro de Madrid y al ministro que me sucede a mí lo ascienden a presidente cuando a él le han matado al presidente del Gobierno”. Cuestión en la que hace énfasis el también ministro de la Vivienda Utrera Molina: “El nombramiento de Arias Navarro nos sorprendió a todos”. Herrero Tejedor fiscal del Tribunal Supremo y posteriormente ministro secretario general del Movimiento en el discurso de apertura del año judicial “No solo ETA es responsable de la muerte de Carrero“.

En esa misma línea se pronunció el juez Luis de la Torre Arredondo, al que le llegó el sumario tras tres años de instrucción sin que la investigación avanzase. José Mario Armero, presidente de Europa Press: “La mano ejecutora fue, sin duda alguna, ETA. Pero, ¿quién manipuló a ETA? Porque yo estoy convencido de que no actuó en solitario”. Cuando en su libro “El Rey” José Luís de Villalonga le pregunta al propio rey: “ETA fue el brazo ejecutor ¿pero quién estaba detrás de los vascos? No lo sé”, respondió; insiste Villalonga: “No dejó de ser un extraño crimen” y contesta el rey: “Y que lo digas”.

Precisamente en una recepción ofrecida por el rey con motivo de su onomástica el 24 de junio de 1978 en un momento determinado Areilza, conde de Motrico, se acercó a Ricardo de la Cierva y le preguntó: “¿Has leído el libro de Gonzalez Mata? el que acaba de aparecer que se titula Terrorismo internacional” a lo que De la Cierva le contestó que lo tenía pero aún sin leer, José María de Areilza le dijo “Pues míralo esta misma noche, porque te puedo garantizar que su versión sobre el atentado de Carrero es la exacta” El espía sostiene que al menos dos equipos de inteligencia uno español y otro extranjero, conocían los preparativos de los etarras que fueron manipulados y fueron corrigiendo los errores que cometían, pero va más allá, sostiene que se inmiscuyeron directamente en los propios planes del atentado...

La propia agencia soviética Tass lo utilizó para inculpar a EE.UU. Según Ricardo de la Cierva, la caja fuerte en la que Carrero guardaba sus papeles en el despacho de Presidencia del Gobierno fue vaciada momentos después del asesinato. Felipe González: “Sigo sin creerme que aquellos vascos con sus boinas y su acento podían haber llegado a sus fines sin una ayuda hasta ahora ignorada”. Podríamos continuar, no dejan de ser opiniones, sin ningún tipo de pruebas concluyentes. ETA fue el brazo ejecutor, sin duda, pero ¿actuó sola? ¿Es posible que prácticamente toda la cúpula militar de ETA deambulara por Madrid, alquilasen coches, pisos, asaltaran una comisaría para hacerse con modelos de DNI para falsificar, atracaran una armería, asaltaran a un centinela de una garita militar para arrebatarle el Cetme, hiciesen prácticas de tiro, se desplazasen hasta el país Vasco o Francia en varias ocasiones, excavasen un túnel a escasos 100 metros de la Embajada Americana donde se alojó Henry Kissinger, siendo además el portero del edificio policía armada en activo, sin que todo eso pasase inadvertido?

Quizá fue todo mucho más simple, la inverosímil ineficacia policial a la que aludió el general Aguado Álvarez y la gran fortuna de los terroristas. Se siguen publicando imprecisiones, como que el vehículo del presidente era un Dodge Dart blindado. No hay más que acudir al Acuartelamiento San Cristóbal de Torrejón de Ardoz, donde está expuesto, para comprobar que no era ninguna de las dos cosas. Además sorprende, para la época, ver el teléfono que incorporaba el coche, Era un Dodge 3700GT matrícula PMM-16416 sin blindaje. El almirante Luís Carrero Blanco nació en Santoña, su padre Camilo Carrero Gutiérrez, teniente coronel de infantería nació en A Coruña y su abuelo el coronel Camilo Carrero Senra era natural de Ourense.

Sobre el contenido de las conversaciones que mantuvo con Henry Kissinger, la Oficina de Información Diplomática hizo público un comunicado conjunto hispano-norteamericano que se numeran en cinco puntos. Evidentemente hay temas que con toda probabilidad fueron tratados que no salen a la luz en este tipo de comunicados, como el avance del armamento nuclear español a través del proyecto Islero. El piso de la calle Claudio Coello 104 era propiedad del padre del escultor gallego Oliveira, amigo de Franco y de Salazar.

Carrero Blanco ocupó el séptimo u octavo banco de la Iglesia San Francisco de Borja del lado izquierdo, un escolta se situó unos bancos más atrás según el testimonio de un feligrés que asistió a la misma misa recogido en la página 34 del diario ABC de 21/12/1973 y no en el lado derecho como publican algunos medios. Por cierto, en el atraco al Banco Central de Barcelona, el 23 de mayo de 1981 justo tres meses después del 23-F, que fue de todo menos un atraco, donde los asaltantes pedían la liberación de los implicados en el golpe de estado, había un túnel que los atracadores habían construido a escasos metros por donde debía pasar el rey y el desfile de las Fuerzas Armadas la semana siguiente. Sin que esto quiera decir nada ¿Saben quien estaba curiosamente en Barcelona pronunciando una conferencia a escasos metros del túnel? Henry Kissinger.

Te puede interesar