La presencia de los libros electrónicos, con un amplia oferta a disposición del lector, facilidad de manejo y disponibilidad, están obligando al cierre de librerías, editorialesy periódicos. Ha cambiado radicalmente el diseño del libro como tal. Y están variando los formas de leer. El paso de la lectura recitada, gesticulada (un solo libro y muchos oidores) a la lectura personal, silenciada, un libro para cada lector, marcó el paso de las mentalidad medieval a las renacentista. Gutemberg y su imprenta dieron el golpe de gracia al scriptorium monacal y al trabajo diario de escribas e ilustradores. Algunas de sus miniaturas, iluminadas, son verdaderas joyas de arte grabadas en vistosos colores. Entre las órdenes monásticas, los cartujos consideraban la copia de textos religiosos como parte de su trabajo en beneficio de la Iglesia. Destacó como un gran centro en la producción de manuscritos el monasterio benedictino de Montecasino, situado en el sur de Italia. Con Gutemberg y la invención de la imprenta (The Gutemberg Galaxy que acuñó Marshall McLujan) se alteró la mentalidad medieval y se abrió el mundo al Renacimiento europeo. Se pasó de la copia manuscrita a la impresa; de la lectura oída, tan solo constatada por quien la hacía al leer, a la lectura individual. La percepción de un texto oído varía del personalmente leído. Este facilita la relectura, la consideración crítica, el juicio, la vuelta de la página, el manoseo del papel, encuadernación, formato, acotación y marginalia.
El análisis cultural analiza los elementos que producen y dan voz a un texto: códigos, formas de vestir, maneras de comer, de hablar, de amarse, de odiarse, más allá de la sátira que critica o del panegírico que alaba. Por ejemplo, la descripción del cuerpo dentro del espacio textual, implica una apropiación cultural de máxima expresión. Combina literatura, anatomía, disección, representación visual, muy presente en el espacio teatral: de Andreas Vasalius a Calderón. El espacio cultural de la frontera es también el lugar donde se establecen los límites de la posesión, pero a la vez del intercambio: diglosia, comercio de mercancías, diferenciación. Es el espacio emigratorio, de tensión y confrontamiento. Las crónicas coloniales establecen señalados espacios de fronteras: el Martín Fierro de José Hernández uno de los más señalados
Incidiendo en las formas de leer, en mente la pregunta ¿cómo leía don Quijote? ¿En voz alta o en voz baja, ensimismado, ajeno a su entorno doméstico? ¿Recitaba lo leído? Porque el texto oral ?tono, mímica, acento, pausas, espacio imaginado, silencios?, frente al leído en privado, implica un cambio en la percepción de la realidad literaria: texto leído en voz alta frente al leído en voz baja, lectura pluralizada frente a individual. Tales formas de leer incitan la pregunta de cómo leer críticamente un texto literario Su hermenéutica es la historia de lecturas previas: neopositivismo, historicismo, estilística, formalismo, estructuralismo, post-estructuralismo, deconstrucción, feminismo y todas las actuales subdivisiones. En el mundo académico responden a un principio educativo, pedagógico, racional: leer bien, escribir bien, pensar críticamente sobre lo leído. Literatura es littera; es letra y libro: un valioso artefacto que muestra pautas culturales, formas de vida, maneras de pensar y ser. Es el gran exponente pedagógico y cultural.
La acertada comprensión de un texto ha de ir más allá, creemos, de los límites que le impone la página electrónica. La vida es sueño de Calderón se puede leer bien como la alegoría de las crisis del poder o como un proceso educativo entre dos espacios arquetípicos y funcionales: la torre y el palacio; el hombre rudimentario y el proceso educativo que lo transforma en cortesano y en rey. Tal lectura presenta la íntima relación entre el aspecto formal de un texto y el puente que establece con las instituciones sociales. Se establece dentro de la clave que el mismo texto expone. Es decir, va más allá de la página electrónica que lo configura, y que forma parte de las nuevas tecnologías con una potencial de alterar los asentados hábitos de leer en un libro de papel, con la página abierta, y con la posibilidad de ser anotada críticamente. (Parada de Sil)
