Opinión

YO TAMPOCO SOY MORMÓN: OBAMA FRENTE A ROMNEY

La historia de la fundación de la Iglesia de los Mormones (para algunos secta) fue un tanto rocambolesca. Están presentes en el mundo académico estadounidense, al igual que un gran número de ascendencia judía. Con frecuencia forman parte de la administración: decanos, prebostes, rectores. A éstos se les conoce como presidentes de la Universidad. Una de sus funciones es recabar fondos, urbi et orbe, para su institución. Su ranking también depende de la cantidad de fondos recaudados, provenientes de sus antiguos alumnos Durante mis años en la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, uno de mis colegas era un estricto mormón. Al aceptar la dirección del departamento de lenguas extranjeras de la Universidad de Texas, Austin, heredé de Merlim Foster, cordial, afable, inteligente, su despacho, con unos grandes ventanales sobre el centro del campus (The Green): un impresionante cuadrilátero bordeado por suntuosos edificios y por altos y fornidos olmos, centenarios. Merlim Foster era un devoto mormón: no fumaba, se abstenía rigurosamente del bebidas alcohólicas, esposo atento, familia numerosa, esposa sumisa. En las fiestas de fin de curso, o en otras celebraciones académicas, disimulaba su whisky o su Martini con una tónica y dos cubitos de hielo. Después de Texas, terminó como profesor en Brigham John University, en el estado de Utah, su centro señero de investigación y labor académica. La ciudad de Salt Lake City es el eje institucional de los Mormones.


Sorprende la lista de Mormones que lideran en Estados Unidos las grandes compañías multinacionales o que abanderan prósperos negocios. Uno de ellos, Mitt Romney, el candidato a la presidencia por el Partido Republicano que se enfrentará a Barak Obama en las próximas elecciones presidenciales del 4 de noviembre próximo. Hijo de un destacado gobernador del estado de Michigan, él mismo previo gobernador del estado de Massachussets, amasó una impresionante fortuna a base de astucia e inteligencia empresarial: The Mormon Work Ethic. Menos del dos por ciento de norteamericanos son mormones y, pese al número, destacan grandes emprendedores. Dominan, por ejemplo, las aerolíneas de bajo coste (JetBlue en América y Azul en Brasil) al frente de David Neeleman, SkyWest Airlines de Ralph Akin. Eric Varvel encabeza el Banco de Crédito Suizo de Inversiones. La lista es impresionante. Su Escuela de Administración de Empresas (The Marriott School), que forma parte de Brigham Young University, situada en Provo, es la gran cantera de gerentes y emprendedores. Es una de las más prestigiosas del país, al lado de Harvard y Wharton School (Universidad de Pensilvania). Salen indoctrinados en una motivada cultura del esfuerzo y de ética laboral.


Perseguidos en el siglo XIX, Joseph Smith, su fundador (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días), murió asesinado en 1844. Su objetivo: restaurar la antigua iglesia de Jesucristo en la tierra. Desplazándose desde la coste Este de Estados Unidos hasta la lejana Utah, a través de extensas llanuras y montañas escabrosas, se curtieron en la cultura del esfuerzo y de la adversidad. Creen que Dios creó al mundo del caos y no de la nada como relata el Génesis (1, 1); que su orden y buen gobierno se basa en la efectividad y en la disciplina. De hecho, la iglesia de los mormones es la mejor organizada del mundo y la más efectiva en cuanto a costes e inversiones. Sus miembros progresarán hacia un estado de divinidad si se comportan como laboriosas abejas. Ya a partir de los tres años se inician en servicios públicos; a los doce son nombrados diáconos; a los diecinueve sirven como misioneros fuera del país, obligados al manejo de una lengua extranjera. Tan solo se les permite contactar a su familia por teléfono dos veces al año, y en sus salidas van acompañados por un miembro que los orienta y aconseja.


Su labor como misioneros a temprana edad los curte al enfrentarse a circunstancias adversas o extrañas: inculcar una creencia que apenas tiene demanda, una peculiar versión de la Cristiandad que cree y predica que Jesucristo visitó Norteamérica después de su Resurrección; que el Jardín del Edén pudo estar situado en el estado de Missouri; que consumir alcohol es pecado. Lograr que tales creencias sean aceptadas no tiene comparación con la venta de asientos en avión de bajo costo.


(Parada de Sil)


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