Opinión

YA ES UNA TRADICIÓN: DONA HERMITAS

Ya es una tradición. Coincidiendo con el día de las letras gallegas, el Concello de Parada de Sil,con su alcalde, Francisco Magide al frente, realza la figura de sus más destacados lugareños. Se inició con el homenaje dedicado a Dora Vázquez, conocida por su labor pedagógica, por sus contribuciones periodísticas, obra poética (paralela a la de su hermana Pura Vázquez), y por su larga estancia como maestra en la aldea de Teimende, a unos kilómetros de Parada de Sil. Del mismo modo fue homenajeada, al siguiente año, Rosa Pons i Fabregas, una brillante pedagoga, dentro y fuera del ámbito escolar, catalana de origen que, inmersa en el mundo rural gallego, asumió con gran generosidad una nueva lengua, cultura y entorno social. Este sábado, el Concello homenajea a otra figura ilustre, destacada personalidad en el mundo de la comunicación y de las artes teatrales: Gloria Ferreiro, quien pasó su niñez en la aldea de Guendón y cuya familia procedía de otra cercana (Tourel), ya media derruida.


El arraigo de Gloria Ferreiro a la tierra de su niñez se manifiesta a través de un personaje célebre, dona Hermitas, que se identifica como oriunda del concello de Parada de Sil y que, durante una docena de años, saltaba todos los martes a las pantallas de la televisión gallega, en el programa Supermartes que dirigía Xosé Manuel Piñeiro. Humor, juegos, actuaciones musicales, presencia de reconocidos artistas, eran los más destacados ingredientes del espectáculo. Gloria Ferreiro, es decir, dona Hermitas, en compañía de David Amor e Isi, fueron habituales colaboradores. Y no menos destacada es la participación de Gloria Ferreiro en la producción Pequeño Hotel, Terra de Miranda, Rías Baixas. Destacó sobre todo en Supermartes, que gozó de una gran audiencia. Fue uno de los programas de la televisión gallega más populares. Desmintió el aciago refrán: 'en martes, ni te cases ni te embarques'.


Figura polifacética, multicultural, actualmente jefa de programas de la Radio Galega, actriz de teatro, Gloria Ferreiro es asidua colaboradora en variadas producciones teatrales y fílmicas. Destaca, por ejemplo, el Lapis do carpinteiro, basado en el relato de Manuel Rivas. Gloria Ferreiro elevó a la fama a un personaje ya mítico: dona Hermitas. Tal vez su heterónimo, o mejor su doble, su 'Otro yo', que se configura en las continuas referencias a su pasado y a su lejano entorno social y humano: Guendón, Tourel, tierras de Parada de Sil. Mujer noble, sincera, con gran carácter y con un gran don de saber estar en el plató, de personalidad bien definida, dona Hermitas tiene a gala su origen, la tierra de su niñez, su entorno social, natural y humano.


Tales referencias fueron creando esta figura ejemplar, femenina, de la mujer rural: defensora de su familia, respetuosa y consciente de que cada uno es como es. Que la sabiduría o los grandes conocimientos no añaden nobleza a la persona; que aunque no instruida, la mujer rural es inteligente, sabia en las labores de la vida, poseída de una gran sentido común y de la importancia que tiene la convivencia familiar. Noble ejemplo de arraigadas creencias religiosas, de sacrificio y de generosidad. Dona Hermitas es su mejor prototipo: inteligente, suspicaz, irónica, hábil en el decir callándose; o en un hablar sutil e irónico, velado, la asumida retranca gallega. Es también dona Hermitas el mejor testigo y la evocación de un bello paisaje natural, de unas faenas agrícolas, de lo que fue y ya nunca volverán a ser: muiños, tuleiras, roza dos toxos, aturuxos, eixe do carro que arde, auga da fonte, fiadoiros, xeitura, palleiros, lareiras, mayas, feiras en Parada de Sil.


Dona Hermitas es un pasado ya hecho memoria, aguda reminiscencia de una forma de ser, de un carácter definido, de un saber estar. En la sombra, el abuelo Eladio, natural de Tourel, con quien vivió parte de su vida en Guendón. Al él le debe su educación y el profundo cariño por su tierra. Y la presencia de la bisabuela Benita, muller de rompe e rasga, que vivía en Tourel.


La mujer urbana (urbanitas) Gloria Ferreiro, llevando siempre sobre sus espadas su lejana niñez, encarnó bajo la figura de dona Hermitas al mejor prototipo de la mujer rural, originaria de Guendón, a quien su concello le rinde un merecido homenaje.


(Parada de Sil)

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