Opinión

El desliz de Feijóo

Es tomar por tontos a los votantes gallegos creer que, de repente, van a situar al líder del PP en las filas del secesionismo. O, mejor dicho, creer que Feijóo hubiera hecho lo mismo que Sánchez (emparejarse con los golpistas a cambio de la Moncloa), si el prófugo Puigdemont hubiera estado dispuesto al cambalache.

Conviene recordar que Sánchez y su estado mayor habían decretado un interesado silencio sobre el tema de la amnistía a los responsables del “proces” catalán. “Si ahora se desdicen de esa consigna, serán ellos los que se den el tiro en el pie. Sería como volver a nombrar la soga en casa del ahorcado. Cuestión de credibilidad.

La simple referencia al emparejamiento con el independentismo para garantizar la continuidad de Sánchez en el poder, solo por sugerir que Feijóo hubiera hecho lo mismo, es volver a señalar al elefante en la habitación del PSOE. Ese elefante que Juan Luis Cebrián, exdirector de El País, atribuye a la “deriva moral” que ha creado “una confusión política y social sin precedentes”.

¿De verdad los socialistas piensan remover eso en el último tramo de la campaña electoral gallega, aprovechando la supuesta disposición del PP a indultar a los golpistas si estos se someten a los tribunales, se arrepienten y se comprometen a no volver a las andadas?

Si lo hacen, cometerían un error mayor que el endosable a la torpeza expresiva de Feijóo. Sin embargo, los circuitos mediáticos de la política nacional coinciden mayoritariamente en que el “desliz” va empeorar la facturación electoral del PP de Alfonso Rueda y a mejorar la del PSdG-PSOE de Gómez Besteiro.

El segundo se ha pasado la campaña diciendo que el tema de la amnistía no movía votos en Galicia. “Nadie me ha dicho por la calle que la amnistía va a influir para bien o para mal en su voto”, sostenía hasta hace dos días. Pero algunos creemos que los votantes gallegos no van a descubrir de la noche a la mañana de qué parte está la razón a la hora de saber si es bueno o es malo condicionar la gobernabilidad de España a las exigencias de quienes no quieren ser españoles.

Por lo demás, sostengo que, en todo caso, la polémica del fin de semana puede engordar aún más a la izquierda nacionalista de Ana Pontón (BNG), aunque no a costa del PP sino de la izquierda no nacionalista (PSOE).

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