Opinión

Galicia: España en bucle

Bien vale un fin de semana en Galicia en todas las ocasiones. Pero no para dedicarlo a la creación de climas artificiales orientados a ganarse el favor de los electores de cara a las urnas regionales del 18 de febrero, que son puntuables en la carrera por el Palacio de la Moncloa.

Vale todo. La pedrada favorita del PP es la amnistía a los independentistas catalanes. Y la del PSOE, oportunamente utilizada por su versión gallega-, la crisis de los pélets, de la que culpan a la Xunta por desidia frente a las malditas bolitas de plástico en las playas.

Insisto: climas artificiales puntuables en la lucha por el poder a escala nacional. Esas han sido las miras respectivas de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, que aprovecharon el fin de semana para ganarse el voto de los gallegos con excusas tan tontas como una convención política intitulada “Impulso de país” en el caso de los socialistas (A Coruña) y una “cumbre interparlamentaria” (Ourense) en el caso del PP.

No hacía falta ponerse estupendos con el brillo de las palabras para ocultar lo inocultable: movilizar el voto gallego en favor de una de las dos causas que pugnan por la Moncloa. Lo cual tiene especiales resonancias cuando el último pulso de ambas (elecciones del 23 de julio) no se resolvió en las urnas sino en los despachos. Aunque es un desenlace muy improbable, Feijóo intenta impedir que ocurra lo mismo en Galicia con una hipotética suma de fuerzas de todos contra el PP (BNG, PSdeG, Sumar y Podemos, donde solo los dos primeros cuentan de verdad).

También tiene especial resonancia el pulso gallego entre el PP de Rueda y los socialistas de José Ramón Gómez Besteiro, porque se va a llevar a cabo después de que el Gobierno de Sánchez, alumbrado por una travesura de la aritmética parlamentaria, haya colocado en el escenario de la política nacional la disruptiva decisión de amnistiar a los ya indultados golpistas del independentismo en Cataluña.

Si Feijóo trata de evitar que los números den para una coalición de todos contra Rueda, los socialistas lucharán para impedir que se repita por quinta vez una mayoría absoluta del PP (38 escaños es el umbral). Y de eso ha ido la convención socialista del fin de semana. Una excusa ritual para repetir que el PP pretende cancelar “todos los avances sociales de estos últimos cinco años” y envenenar los problemas territoriales.

Nada nuevo tampoco en la parte contraria, porque también Feijóo ha aprovechado su evento gallego del fin de semana para declarar inaugurada la “temporada alta de mentiras en el PSOE”. Más en positivo, ha asimilado la importancia nacional de las elecciones del 18 de febrero porque “Galicia es España y nosotros queremos una España en igualdad, libertad y con la dignidad que no tiene el Gobierno”.

La España política sigue en bucle, señores.

Te puede interesar