A primera hora de la mañana de ayer trascendía que Democracia Ourensana se presentaba a las elecciones autonómicas. Su dueño, Gonzalo Pérez Jácome, anunciaba al orbe que su objetivo “es ser decisivos” en el futuro Gobierno gallego “para conseguir que la Xunta de Galicia aplique discriminación positiva en la provincia”. La sacudida fue de órdago, pero esta ciudad está dormida. Las emisoras no interrumpieron la programación. Los periódicos no prepararon como antaño ediciones especiales. Las teles, ni siquiera la suya, no hicieron un solo mohín con el anuncio. Las campanas de la catedral no doblaron por la buena nueva, como cuando hay papa en el Vaticano. Ni siquiera salió Leire Pajín para anunciar el “acontecimiento planetario”.
Esta sociedad que no reacciona, ya ni sabe alegrarse. No percibe en el horizonte la silueta del héroe con el sol a la espalda. Será llegar él (si le votan, claro) al Parlamento para conseguir “la discriminación positiva” para la provincia. Mentirán como bellacos quienes sospechen que va a por lo suyo y para que sus edecanes puedan llevarse dinero público calentito, como en el Concello de Ourense.
El nombre de Jácome se escribirá en letras capitulares, al lado de los prohombres que hicieron algo por el desarrollo de Ourense en tiempos de Maricastaña. La generosidad ourensana permitirá exportar su estilo para que todos los gallegos disfruten en la Cámara con este gurú del parlamentarismo. Él, que como alcalde no ha sido capaz de hacer una sola reivindicación para la ciudad, se encamina como ese valladar que dice ser. Si la España del siglo XVI era propietaria del imperio en el que no se ponía el sol, el saber hacer de Jácome extenderá sus dominios entre Rubiá y Fisterra, entre Ribadeo y Tui.
Esta carrera de los Autos Locos en que se ha vuelto la política se disputa así. Tipos con el motor gripado corren con el Fórmula Uno que le da el PP a sabiendas de que le puede adelantar en cualquier curva. Los populares, ñoños como nunca se les había visto, le alimentarán una vez más pensando que si le necesitan para apuntalar la mayoría en la Xunta le tendrán. Pero si el PP no suma, el de DO siempre puede pactar con el PSOE y el BNG, que no le harían ascos. Si no, al tiempo. Todo sea por “la discriminación positiva para Ourense”.
