Lunes 18 de junio | Prisas y sospechas, lo primero por ahora
Recién llegado del infierno de pactar con el mismísimo diablo "para llevar a Ourense al cielo" —como se hartó de predicar en campaña— se dejó caer Jácome por la alcaldía y sin tiempo a que le hiciesen la tarjeta de visita —si es que todavía se hacen— en la que pone "Excelentísimo Señor Alcalde", empezó a tomar medidas. Entró por el Concello con una reedición de la Ley de Vagos y Maleantes de 1933, aplicada para meter en cintura a personas de mal vivir, proxenetas incluidos. Llegó sospechando de "mafias" en el funcionariado y aplicando controles horarios. Los viajes hacia el cielo comienzan en la tierra y los viajes a la tierra prometida por Jácome, como la que reservaba Dios a Abraham y a los suyos, empiezan por sospechar de sus trabajadores. No recela del enjuague político que le trajo al puestiño. No. Recela de los empleados públicos, que serán piedra angular para "llevar a Ourense al cielo", esa carrera que se prevé eterna hasta conseguir el objetivo. Forrest Gump corrió en la película que le da nombre 3 años, 2 meses, 14 días y 16 horas. Casi una legislatura, pero se dio cuenta de que para poco le sirvió. "La verdad, aunque yo siempre iba corriendo, nunca pensé que eso me llevara a ningún lado", decía el personaje interpretado por Tom Hanks. Jácome, en su despegue "hacia el cielo", comienza sospechando de la tripulación del avión que pilota.
Martes, 19 de junio | Llegar al despacho, vacío por supuesto
La vidriera de la sede de Democracia Ourensana, la marca del alcalde, apareció con una pintada en la que se leía "traidor" y en una pared del pasillo de su negocio, la leyenda "entre eles non se che morden". La pintada aún tiene un punto de heroicidad porque te pueden pillar en plena faena. Ahora lo que se estila es cobijar la cobardía detrás de una identidad falsa en una red social y desde ahí relajar los esfínteres. Ni un método ni el otro sirven para legitimar opiniones, que conste. El periódico del martes también contaba que el morador del principal despacho de la Plaza Mayor se había estrenado con una multa de aparcamiento y se sorprendió al ver que su antecesor (ahora socio, qué sarcasmo) le había dejado el despacho vacío. Hay cosas que nunca cambian entre políticos: una es la queja de la "herencia recibida" y otra las estancias huecas. Ya en el año 2007 cuando el recientemente fallecido Alexandre Sánchez Vidal llegó a las dependencias de la Tenencia de Alcaldía lamentó ocupar un despacho vacío, incluso sin ordenador. El traspaso de poderes tiene siempre la liturgia del reparto de reproches al antecesor. Aquí la única novedad es que un alcalde llega con pintadas en su negocio y una multa de tráfico en su coche. Lo primero queda calificado, lo segundo puede tener solución. Siempre puede recurrirla en la propia Policía Local, ese cuerpo de seguridad que se comporta como una "mafia" y en la que hay uniformados con los que jugó a atropellarse cuando estaba en la oposición.
Miércoles, 20 de junio En espera de que acaba el show
La ciudad sigue urgida de soluciones. Son muchos los desatinos protagonizados por los socios del actual regidor pero deben esperar. Jácome lleva días trabajándose su marca personal. Antes lo hizo con la marca con la que pidió el voto. El regidor, por ahora más cómodo en el show business de las teles que en el road show para captar inversiones, engordó los audímetros de los programas que se hacen en Madrid a base de gracietas y ocurrencias de unos y otros. Ourense, que nunca importó un pito a medios y enteros de fuera del Padornelo, de repente da picos de audiencia gracias a piezas de vodevil a las que se presta el representante de casi 105.000 ourensanos. La ciudad va camino hacia ninguna parte. Esta semana el periodista Carlos Alsina, al recibir el premio Salvador de Madariaga, dijo: "Esta España a medio hacer. Siempre discutiendo lo que somos sin avanzar un solo metro hacia lo que podríamos ser. El hamster en la rueda, que es la mascota de la vida pública española. Y confiemos en que no acabe siendo también la mascota europea". Cambien España por Ourense y Europa por España y nos vale perfectamente el símil de Alsina.
Jueves, 21 de junio | Nacer y morir, unas paginas adelante
La demografía nos condena sin remedio, como tercamente demostraron los datos del jueves. La provincia se sume en el silencio del cementerio mientras sus gestores ya confían la solución a chamanes. En la pagina dos de este periódico se decía que en el Ourense de los 300.000 habitantes solo nacen cuatro niños de media cada día. En las páginas 55 y 56 había ocho esquelas.
Viernes, 22 de junio | Buscar el silencio tras el ruido público
Para huir del ruido hay quien escapa al Valle del Silencio en el Bierzo, pero más cerca tenemos muchos enclaves para cuando uno se da el toque eremítico. El ruido político estos días es ensordecedor, es un acúfeno eterno. Por fortuna hay puertas en las que cuelga el cartel de no molestar. En la Universidad, por ejemplo. Los centros de Aeronáutica del país apoyan el master, decía una noticia de este diario. Del silencio de las investigaciones y los acuerdos suelen salir grandes alianzas. Del ruido político, grandes conveniencias.
Sábado 23 de junio | Lo de la victoria y la derrota final
El PP cree que con sus comandos de obediencia ciega les llega para ganar la batalla electoral, que no les hace falta su base social. Los Navy Seals abatieron a Bin Laden pero no ganaron la Guerra de Afganistán. Los populares van camino de escuchar solo lo que quieren oír. Oyen voces de alerta, pero creen que son cosas de la esquizofrenia paranoide, como las que oía el matemático John Nash. Los populares pactan con su antagonista y se toman las designaciones al Senado como una caprichosa dádiva. Hasta que los votos sean balas. Puro plomo pueden ser. n
