Opinión

La Justicia y su brete a la provincia

Parte de la actualidad ourensana ha estado condicionada por una reforma judicial que dejará a las villas sin juzgados y al medio rural sin otro servicio al que tienen derecho todos los ciudadanos

La reivindicación, en servicios mínimos

Olimpia Vázquez y Antonio González, un matrimonio vecino de Punxín, solicitaron en el 2012 unos análisis del agua que consumían en su domicilio y se detectó que había niveles de arsénico superiores a los autorizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aquellos problemas denunciados en su día siguen hoy presentes y vecinos de la localidad se han encerrado en el Concello para protestar, además, por el alto precio del servicio. Pero las reivindicaciones de esta naturaleza se van diluyendo socialmente con el paso de los días. El lunes contaba el periódico que los encerrados pedían mediación de las administraciones para solucionar el conflicto. En 1989 un encierro de tres meses en el Concello de Allariz tumbó un gobierno legitimado por las urnas y desde hace meses la presión de los preferentistas logró que se estudiasen sus casos. Fueron esporádicas campanadas . Los trabajadores de T-Solar dejaron su encierro sin el resultado apetecido, lo mismo que los que han protestado contra la Lomce y docenas de ejemplos más. Hasta Julian Assange, el fundador de WikiLeaks que se encerró el 19 de junio del 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, se ha caído de los titulares. Punxín se aleja del foco, pero sus demandas no las debe silenciar el tiempo.

La justicia tampoco hace justicia

Titular de portada del martes: "El Gobierno da el primer paso para cerrar todos los juzgados de las villas". Frase del presidente de la Audiencia, Fernando Alañón: "A medio y largo plazo se le pega una dentellada al medio rural". Ambas expresiones golpean como una aldaba sobre el mantenimiento de un mínimo tejido administrativo en las villas, más allá de las repercusiones que tendrá en la organización administrativa de la Justicia. Ninguna sociedad ha crecido ni se mantiene sin servicios, comunicaciones y la malla social bien articulada, pero en Ourense con cada decisión gubernativa se acrecienta la amenaza del desmantelamiento. Cerraron cuarteles de la Guardia Civil, escuelas, estaciones de ferrocarril, puntos de atención sanitaria, entre otras dotaciones. ¿Qué será lo siguiente? Cuidado con los centros de salud y el transporte de viajeros en autobús, por poner dos casos. El problema es más grave que cerrar juzgados, es saber qué modelo de provincia nos espera. De momento, ninguno.

Algún día no serán noticia
Sandra Álvarez hace diariamente 96 kilómetros desde su casa hasta el lugar de trabajo. Vive en O Carballiño pero su centro de trabajo está en Allariz, concretamente en una tienda en la que está empleada desde hace cuatro años. Dice sentirse muy feliz con su actividad y encantada con sus compañeros. Ella contó su historia el miércoles en un reportaje de La Región. ¿Dónde está la noticia? En que Sandra es una de las personas con discapacidad que trabaja en los negocios que se han abierto en los últimos años en Allariz y que son ejemplo de integración. Según el INE, en Galicia la tasa prevalencia de la discapacidad es del 17,6%, por encima de la media española. El mismo informe dice que el 51,6% no tienen ayuda para su vida cotidiana, imagínese para encontrar empleo. Por eso la historia de Sandra Álvarez es noticia porque lamentablemente la excepción se gana un titular.

el parador o el centro cultural
Las obras del castillo de Monterrei despiertan unanimidades parciales. PP, PSOE y BNG se han dado por satisfechos con la evolución de los trabajos de rehabilitación, pero donde se rompe la unidad es en el uso futuro de la histórica y emblemática edificación. Una plataforma presiona para dejar sin efecto un proyecto de la Xunta que prevé crear en la antigua fortaleza un establecimiento hotelero adscrito a la red de Paradores. El colectivo vecinal opta por un uso cultural, de innovación o de promoción económica de la comarca en vez de apostar por el aprovechamiento hotelero. En la comarca se elevaron voces contra la decisión de Paradores de cerrar el establecimiento de Monterrei y ahora se oyen críticas la construcción de otro equipamiento. En la zona viven sobre 15.000 personas y la plataforma dice haber recogido "más de 2.000 firmas" contra la futura dotación. O muy lesivo es el proyecto o muy mal explicado está. En otros lugares como Muxía han esperado años por un parador que en Monterrei se rechaza, sin que se sepa discernir con claridad si los habitantes de la villa coruñesa están acertando. O si lo están haciendo los de Verín y su plataforma.

La trama, otra trama

Desde la década de los 60 del pasado siglo, pero particularmente en los denominados "años de plomo" en los ochenta, casi todas las noticias que trascendían del País Vasco tenían el marchamo del terrorismo. La información estaba polarizada, aunque la vida proseguía. Desde hace unos años el debate soberanista catalán anula la mayor parte de las informaciones que llegan desde el este peninsular, aunque hay otros problemas más allá del discurso identitario. Salvando las distancias, que las hay, en Ourense estamos abocados a diario a cruces de acusaciones en el Concello de la capital entre tirios y troyanos. El alcalde se quejó el viernes de ser una víctima de una "trama" contra él. Necesitamos otras razones diferentes a las de "el profe me tiene manía" y pensar que la institución es capaz de generar otras noticias.

El AVE, la doble vía y los plazos

Expiraba el 2013 y la ministra de Fomento, Ana Pastor, aseguraba que el AVE a Galicia llegaría en doble vía, con lo que intentaba acotar las críticas anteriores. Se dice que los políticos deben hablar a través del Boletín Oficial del Estado, además de en las campañas electorales, y ayer leímos que la publicación oficial divulgaba el estudio informativo de la integración urbana y el acondicionamiento de la red del AVE en Ourense. Los diputados del PP hicieron sonar las trompetas para anunciar la buena nueva, que lo es, pero no nos olvidamos de los plazos. Recordemos el c ompromiso: el AVE gallego en el 2018. n

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