El Observatorio Económico Ourensán ofrece un empacho de cifras que conviene analizar con perspectiva y de modo general. La prolija enumeración de variables socioeconómicas de los 92 concellos de la provincia son oraciones subordinadas dentro de una misma oración principal: la crisis ha proporcionado una dura dentellada desde el 2007, particularmente en cuando a las cifras de paro y de cotizantes a la Seguridad Social. Ambos apartados han sido prolijamente analizados mes a mes con el goteo de datos oficiales, por eso tal vez algunas conclusiones relevantes del informe están en otros datos, dos especialmente. Por una parte, perdemos ritmo frente a Lugo y, por otra, el polígono de San Cibrao y Barbadás son alguna de las luces en el sombrío panorama provincial. Por lo que se refiere a este último extremo, es lógica la pujanza de San Cibrao ya que es el pulmón industrial de Ourense. En cuanto a Barbadás, sigue siendo el único municipio donde lloran los niños, por suerte.
El hecho más determinante es la pérdida de peso en el conjunto gallego en el número de cotizantes. El Observatorio puntualiza que la pérdida obedece a cambios en la metodología de análisis del INE, pero debemos ir más allá. No es que Lugo haya sorteado la crisis que afecta a todas las provincias, ni siquiera que haya tenido un plus de resistencia. Sencillamente, Ourense sigue en una peligrosa pendiente de aportaciones a la Seguridad Social. Es decir, pocos, envejecidos y en el paro. Solo algunos estímulos positivos, también anticipados en el Observatorio, nos hace ser moderadamente optimistas.
