Opinión

Las soluciones son los problemas

Lunes, 24 - Las soflamas que hacen revolución

Fidel Castro ocupó la presidencia de Cuba en 1959 y el 5 marzo de 1960, después de uno de los múltiples órdagos contrarrevolucionarios, para apuntalar su inquebrantable disposición a quedarse hasta la víspera de la eternidad, dijo aquello de que "¡Patria o muerte, venceremos!" Celso Fernández acaba de llegar a la Dirección Provincial del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe). Lo que ha sido toda la vida el Inem, o lo que es más común y aún más cruel, la oficina del paro. Unas dependencias que gestionan, hay que reconocerlo, muchos recursos para las políticas activas de empleo. El periódico recogía en portada unas declaraciones muy de campanillas del nuevo responsable de la oficina: "Négome a claudicar con Ourense, hai que morrer loitando". Qué fuerte. Desde lo de Fidel no se había visto tal arrojo y tal compromiso con una causa. 

Martes, 25 - Y llegó al lugar en el que se le esparaba

Omar saltó a la fama muy a su pesar. Ese escaparate efímero, ese espejismo que te hace creer importante. Omar regresó de la zona de sombra y se puso a este lado de nuevo, donde hay luz y pega el sol, aunque sea invierno. Omar fue el nombre que se extendió por toda España, el objetivo en búsqueda, que no en captura. Omar fue el hombre que hizo un paréntesis vital de cuatro días que no sabe cómo llenar. Sus recuerdos pegan contra las bandas como en una mesa de billar. En la Nochebuena recordó que estaba invitado en donde no le hace falta tarjetón de protocolo. Desde la noche del viernes anterior, de fiesta con unos amigos, no se había vuelto a saber nada de él. Sus padres le esperaban aferrados a una esperanza cada vez más frágil. Llegó a casa con cierta naturalidad, solo le faltó timbrar en el portal como el cartero que trae una carta certificada. Omar regresó como hace el turrón y se abrazó  a su familia como en esos tiernos anuncios navideños de la tele. Y respiraron hondo. Ahora están en los porqués. Dejémosles que busquen las respuestas.

Miércoles, 26 - Siendo el problema no llega la solución

Por la primera página del periódico se paseó la crisis de En Marea, una cruenta batalla por la excelencia intelectual. Un ejercicio de superioridad moral tan típico de los excelsos dirigentes que miden sus diferencias como el pueblo llano, a garrotazos. Están metidos en un debate en el que solo se oyen a sí mismos, el eco de sus pasos y sus voces en salas vacías. Las tensiones de esta amalgama de partidos tiene muy despreocupado al común de los mortales, pero no son pocos los que militando ostentan cargo público bien retribuido. Es decir, están en las instituciones para resolverle los problemas a los ciudadanos, pero al final son como todos los demás, se dan de leches por el puestiño, el cargiño y esas cosas. Eso sí, ahora se le llama "ocupar os espazos", representar "ás concluencias". Como ha sido toda la vida: llegar prometiendo solucionar problemas para acabar generándolos y siendo ellos mismos el problema.

Jueves 27 - En espera de que el rival se recupere

Corre la leyenda de que algún chorizo se medía de actuar dependiendo de qué juez estaba de guardia. Si estaba uno, con fama de aplicar toda la ley sin atenuantes, se lo pensaba antes de actuar. Aquella noche tocaba tele y para cama. Ahora si los quinquis la quieren armar solo tienen que leer La Región: La Policía Local queda en mínimos en la ciudad por bajas y jubilaciones, decía el titular de primera. La pasma está en números rojos y, aún por encima, de vacaciones navideñas buena parte. Menos mal que los ladronzuelos ourensanos son gente honrada, no les gusta actuar cuando sus rivales tienen la guardia baja. A los grandes campeones nunca les gustó ganar por incomparecencia del contrario o porque se haya retirado indispuesto. Por eso vivimos en una relativa comodidad, sin miedo al asalto. Claro, tampoco estamos seguros que ese fair play vaya a durar toda la vida. Que también se pueden cansar de que el rival no esté en condiciones de plantarles cara. Como ya lo están los ciudadanos, por cierto. 

Viernes, 28 - Hacia la victoria pero con víctimas

Te puedes pasar horas ante el teclado intentando encontrar la palabra que se aproxime a la sublime belleza de la Ribeira Sacra. Renunciando a tan estéril pretensión, lo que procede es batir palmas aplaudiendo el nuevo trámite para que la zona se asegure ser declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Y dejemos los calificativos en paz y sobre todo a la inspiración, esquiva una vez más.

Sábado, 29 - Una historia de grandes y pequeños

En febrero del 2010 era entrevistado en este periódico Pachi Vázquez, de aquellas subido a la ola buena, líder del PSOE gallego. Su entronización no gustó a todos, algo usual en las filas socialistas. Por Vigo le buscaron las cosquillas y él decidió aplicar la medicina que se receta en una democracia de andar por casa. "En Vigo aplicamos la disciplina orgánica y hoy van como velas, son los primeros apoyando al secretario general. Solo le faltó que entraba a la sede bajo palio. Pero ya llovió mucho desde aquellas y sus sienes se platearon cada vez más. Aquellos métodos le parecen represivos hoy y quienes mandan en el PSOE, indignos de tal honor. Le quedan aún hoy sus francachelas y sus lapidarios comentarios, gasolina de la buena para titular una información. Pero el tiempo no perdona ni tampoco el devenir político, hoy en otras manos. Él decidió marcharse dando un portazo, que es el gesto del desairado para volver tras unos días aglutinando a unos cuantos para irse al bosque de Sherwood como Robin Hood y desde ahí hacer las de Caín al grito de robar a los ricos para repartir entre los pobres. Pachi es mucho Pachi todavía hoy. O Robin Hood o un simple remedo de Groucho Marx: "vamos de victoria en victoria hasta la derrota final". 

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