Opinión

El aborto de la insensata Aido

Creo que la actual ley de aborto, producto del momento y de las circunstancias de cuando se promulgó hace 25 años, tiene serías deficiencias sobre todo en su cuarto supuesto. Era, pues, lógica una modificación. La ley de plazos parecía ser la alternativa más lógica. Cuando así se anunció la posición mayoritaria de la sociedad española era partidaria de dicho cambio.


Cuando el delicadísimo asunto, pues afecta a cuestiones de principios, ética y vida donde las posturas se confrontan y la sociedad corre riesgos de fractura, fue entregado a una niñata insensata investida de ministra llamada Bibiana Aido pudo temerse lo peor. Y lo peor ha sucedido.


Lejos de procurar encauzar el tema, al fin y al cabo ya existía una ley, se ha dedicado a echarle gasolina al fuego sobre todo con la aberración, el disparate y la atrocidad fuera de cualquier sentido común, de permitir el aborto a partir de los 16 años, por tanto menores de edad según la ley española, sin permiso ni siquiera conocimiento paterno. Para muchos, para una buena parte del electorado socialista, algo que no comparten, que les parece incluso agresivo y que les repugna, porque muchos de esos votantes son padres y madres y otros sin serlo no creen en absoluto que tal asunto sea nada más que una rebatiña de un feminismo desaforado.


Sin duda, una irresponsabilidad de enorme calibre, de consecuencias aterradoras y que ahonda la fosa en la que una permisividad suicida y sin mínimos esquemas de valores ni de contraposición de derechos y deberes está llevando a cierta parte de la nuevas generaciones.


Muchos de ellos, y entre ellos algunos dirigentes de peso, se pronunciaron en tal sentido. Los voceros mediáticos calmaron el oleaje asegurando que se trataba de un ‘globo sonda’, que ‘eso’ luego se retiraría. Pero en absoluto se ha hecho. Es más, Zapatero lo ha bendecido. Y ahora a callar tocan. Porque callarán y votarán todos. Porque ahora a la cobardía y la traición a los principios y a las ideas se le llama disciplina de partido.


Pero aunque la ley obtenga esa mayoría parlamentaria -el PSOE sumará los votos de ERC, IU, BNG y Nafarroa Bai-, la mayoría social la ha perdido. Esas encuestas que daban mayoría a la reforma se han volteado con los despropósitos de Bibi suscritos por ZP: ahora hay una mayoría cada vez mas clara y consolidada de rechazo. Pero además, la sociedad española se ha vuelto a tensarse y a retrotraerse al aborto sí, aborto no, como se puso de manifiesto el fin de semana en Madrid.



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