Opinión

A los afganos, sí, a los pescadores, no

El Gobierno parece uno de esos conductores que le echan la culpa de todo cuanto les sucede a los demás. Ellos jamás se saltan un stop, ni se equivocan en una maniobra, ni taponan un carril, ni se olvidan de los intermitentes. Son siempre los otros quienes van o muy lentos o muy rápidos, los que no saben conducir, los que lo hacen todo al revés y con la peor intención. En suma que el Gobierno, amen de bueno, trabajador, inteligente, preparado y eficaz, no se equivoca nunca. Los que erramos somos, cada día, a cada paso, todos los demás.


Hace apenas dos semanas, con los votos del PSOE, ERC, IU y Rosa Díez, se rechazó por tan sólo seis votos una propuesta del PNV en el Congreso, que apoyaron PP, CiU y varios otros grupos, encaminada a que infantes de Marina españoles embarcaran en los atuneros españoles que faenan en la zona afectada por los piratas somalies para protegerlos de sus ataques. Los franceses ya lo hacen y a la vista que con muy positivos resultados. Nosotros hemos buscado pretex tos legales y papeles de fumar para no actuar.


Se entendió que no era necesario, poco menos que se hizo burla de la propuesta y se afirmó que no era el camino. Hoy tenemos un atunero y 36 tripulantes secuestrados. El Gobierno ya ha dado la solución: la vicepresidenta se ha puesto al frente de una ‘Comisión’. Su labor y objetivo, en vista de los antecedentes, será como pagar cuanto antes lo que pidan los secuestradores y garantizar que puedan huir sin estorbos. Ya sucedió y no se nos ocurra detener a los piratas no sea que un juez de la Audiencia exija su puesta en libertad. Que también sucedió, aunque fue tal el estupor que al final esa humillación nos la pudimos, por chiripa, ahorrar.


El Gobierno puede echar la culpa del asunto a todos, como siempre, y por lo que sea. En este caso ya se sabe: el atunero y la oposición. Lo unos por faenar lejos, como si el pescado atendiera recomendaciones de la Chacón, y a la oposición por ‘criticar’. Para el Gobierno la oposición, según la doc trina de Alonso en este, debería tener prohibido ser oposición.


Otra catarata de excusas exculpatorias se dirige al cinismo de los vascos y nacionalistas, que no quieren al Ejercito español y ahora piden su ayuda. Pues qué bien ¡qué gran oportunidad! Si ahora solicitan su amparo es el momento de que la sociedad euskaldún lo perciba como algo que les ayuda y les protege, como sus Fuerzas Armadas que les defienden por el mundo. ¿Existe mejor senda para el retorno de un afecto hacia aquello de lo que siempre formaron parte y en el caso de la marina capitanearon con orgullo incluso para dar la primera vuelta al mundo? Pero más allá de toda esta gramática parda y el sentido común de las gentes de a pie, a éstas les venda la Chacón la moto que quiera, les es cada día más difícil de entender por qué si pueden ir nuestras tropas a hacer la guerra a Afganistán, a defender a pueblos y tribus afganas de los talibanes, no pueden defender a nuestros buques y a nuestros pescadores, a nuestros compatriotas de los piratas somalies.



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