A Europa no le llega la camisa al cuerpo. Zapatero se muestra entusiasmado con la presidencia y proclama que en estos seis meses que le toca presidirla va a poner firmes a la crisis y acabar con el paro. Eso ha dicho el alucinado. Como tiene a España, ya saben, recuperada de la recesión y camino del pleno empleo, ahora se va a arreglarle a los pobres europeos sus problemas. Y claro, la Merkel y Sarkozy no saben si carcajearse sin que se les note mucho la risa o salir corriendo.
Menos mal, para toda la UE y lo que nos toca, que esto de la presidencia es poco más que retórica, mucha foto y pocas nueces. Más ahora, que hay un presidente de la Comisión, los que verdaderamente deciden, el portugués Durao Barroso, y el permanente del Consejo, y por dos años y medio, el recientemente elegido, el belga Van Rompuy. O sea, que la presidencia rotativa, aunque tiene su quehacer, queda cada vez más diluida. De hecho han sido estos seis meses pasados un sueco y antes lo fue un checo que era enemigo acérrimo de la UE y ni se notó. Pero nuestro ZP sí se quiere hacer notar. Se lo ha tomado como dijo Leire Pajín que lo haría: como un acontecimiento planetario, una conjunción astral, vamos. La cosa va de spot publicitario ahora que la TVE los ha suprimido. Y uno se malicia que la cosa va a ir de mucha propaganda y dimensiones siderales del Gran Timonel del Humo, con ZP presidencial salvando a Europa de las garras malignas del bicharraco ese que nos tiene todos con el bolsillo encogido. Quizás pretenda engatusar a Europa ahora que en España, encuesta tras encuesta lo pregonan, ya le tienen calado hasta algunos de sus más fieles y irreductibles parroquianos.
Pero tampoco parece que por esas capitales de fuera no sepan lo que pasa. El diario Le Monde, faro del progresismo europeo y en tiempos del español, le ha cantado las cuarenta diciéndole más o menos que ¿de qué va, con su país en un declive económico, en la cola de la recuperación y el paro acercándose a un pavoroso 20 por ciento? Sin embargo, la falta de sentido del ridículo y la ausencia de la menor noción de realidad parece haberse apoderado del Gobierno. Para muestra esta perla del secretario de Estado para Europa, el lindo don Diego López Garrido: España marcará las líneas de futuro de la UE en la próxima década. Sin despeinarse y por sevillanas, que toma clases.
