En el circo político lo peor no es que te crezcan los enanos. Lo peor es que se te rebelen. Porque no hay un síntoma más inequívoco de que al director de pista se lo están a punto de comer los leones. Y es que Zapatero empieza a estar para eso, aunque el siempre en su ilusión optimista piense que puede convertirlos en zalameros gatitos. Los socialistas tienen, como tradición señera y casi de sacar en procesión de Ecce Homos y Dolorosas, el hacer el ridículo en Madrid. Desde Tierno y Leguina, y si me apuran de Barranco, y hasta, ¡qué cosas! el propio Simancas, que no se olvide, si no es por los tránsfugas, le quita el puesto a la Aguirre, el resto han sido pura humareda electoral.
La Trini y su chupa, que ahora va de Esperanza Trianera, pero que ya es una imagen derrotada y que salió perdiendo el capirote cuando no tuvo ni votos ni quiso hacer penitencia opositora de nazarena. Ya tenemos 'virgen' pero nos sobran 'crucificados', el pobre Fernando Morán , a quien dejaron clavadito, y no digamos de Miguel Sebastián, al que pusieron, como a su santo patrón, hecho un acerico. Aunque el sufrimiento suele tener precio, la paliza electoral se la compensa ZP con un ministerio. Que no hay forma mejor de llegar al cargo, a lo que parece, que Gallardón te doble en papeletas. Ahora vuelven a las andadas. Recolocar a Trinidad Jiménez, ahora con bata blanca, en los carteles y subir a las andas a Lissavetzky, por ver si con la cosa del deporte rasca bola, toca balón o mete canasta, por aquello de que en los deportes ganamos todo. Pero no veo yo que don Jaime ni sea un Nadal, un Iniesta o un Gasol de la política ni que haya ganado nada.
Las elecciones en Madrid las tiene el PSOE más que perdidas. Y no es cosa de candidato. La única amenaza para la mayoría absoluta del PP es el partido de Rosa Díez y no veo yo, ni nadie en su juicio, a UPyD pactando un 'tripartito' contra la lista más votada porque eso supondría estrellar su propia aeronave cuando justo empieza a coger aire y remontar vuelo.
El patinazo de ZP con Gómez, que el hombre ha hecho una dura travesía ya no sólo sino con la enemiga y las zancadillas del torticero Pepe Blanco y tiene en su haber, al menos, haber acallado la grillera eterna de la FSM, ha sido algo más que un resbalón. Es una prueba de un deterioro que empieza a hacer mella también en el interior del PSOE, aunque apenas nadie se atreva todavía a escenificar el descontento. Algunos ya se preocupan de que su líder los puede llevar a la escombrera antes de que el acabe despeñado. Gómez ha plantado cara, se ha rebelado y Zapatero, en su estilo, gana tiempo y pudre el grano. Que esa es su política general ahora administrada a los suyos: negar la herida y acabar por ser causante de una infección generalizada. De cualquier modo la cosa acabara mal y purulenta. En Madrid, el PSOE no tiene remedio.
P.D. Ojo al consejo de ministros del 20 de agosto. Barrunto que el ATC anda sobrevolando la mesa. Y candidaturas hay, en verdad, dos: Asco y Yebra. ¿A quien le toca la china? ¿A Montilla a boca de unas elecciones donde puede perder hasta el nombre? ¿A Barreda? Me mosqueó esa entrevista en julio que no tenía mucha explicación y puede que bastante más recámara.
