Opinión

Videoconferencias

La encontré por sorpresa. Beatriz Ariño, otrora imagen oficial de ‘Informe semanal’, presentando un espacio diario en el Canal 24 Horas, titulado ‘El mundo en 24’, consistente en una ronda de conversaciones con los corresponsales de la casa en sistema de videoconferencia. Por unos momentos me tuve que frotar los ojos para comprobar que no estaba soñando. Las imágenes daban saltitos. O se congelaban. Como suele suceder en este tipo de conexiones. Pero eso era lo de menos. Lo importante es el mensaje. El verbo. La palabra de los y las corresponsales, que solamente en un espacio de estas características logran dar sentido a su trabajo y a sus funciones.


Un minuto y diez segundos, que es la duración de una pieza para un informativo, no da para casi nada. Es en la charla, en la apostilla y en la argumentación razonada donde se ven los corresponsales de raza, donde se vierten las opiniones, y donde, más allá de la información pura y dura, adquiere una significación ejercer de periodista a miles de kilómetros de casa.


‘El mundo en 24’ rentabiliza, y esperamos que sirva de precedente y que el experimento se convierta en hábito, la veteranía de una serie de corresponsales que, así sí, con tiempo para expresarse, muestra sus estilos, sus inquietudes, el anecdotario que han podido vivir instalándose a pie de obra. Para lo demás, para los titulares de alcance, cualquiera de nosotros podemos ejercer como tales actualizando las noticias que nos suministran todas las agencias y todos los diarios digitales. El corresponsal cobra su verdadera carta de naturaleza cuando se le da tiempo para que se explique. Aunque la imagen dé saltitos o quede congelada unos segundos. Otro motivo para estar contentos con la televisión pública.


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